La posibilidad de anular su reserva en un crucero ha rondado en la cabeza de más de un viajero tras varios accidentes ocurridos en los últimos meses. Sin embargo, los buques de cruceros mantienen la mejor tasa de seguridad de la industria mundial de viajes, según los datos de la consultora británica GP Wild Ltd. Tras los sucesos acaecidos, la industria mundial de cruceros pone en práctica nuevas políticas de seguridad con simulacros de emergencia obligatorios para todos los pasajeros, antes de la salida del puerto. Estas medidas hacen que cada vez sea más seguro contratar un viaje a bordo de un crucero.
Nuevas medidas de seguridad en los cruceros
El pasado 27 de enero de 2012, la industria de cruceros anunció una serie de nuevas medidas de seguridad operativa a bordo. Esta política de obligaciones supera los requisitos legales, establecidos por el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS). En virtud de este acuerdo, los pasajeros que embarquen en cruceros tienen que realizar a bordo un simulacro de emergencia antes de la salida del puerto.
Quienes embarquen en otros puertos del itinerario del crucero también deberán realizar el simulacro y los ejercicios obligatorios. Los barcos de cruceros están obligados a hacer estos simulacros en varios idiomas dentro de las primeras 24 horas de embarque. Así se garantiza que los pasajeros están informados de los protocolos de seguridad mientras se encuentran a bordo del buque, incluidos los procedimientos de evacuación de emergencia.
Si la autoridad percibe que un crucero viola la regulación o lo considera inseguro, puede impedir el embarque del pasaje o la salida
Asimismo, todos los barcos de crucero tienen que contar con botes, balsas y chalecos salvavidas para cada persona a bordo. Los botes salvavidas deben estar capacitados para ser cargados, puestos en marcha y maniobrar lejos de la nave en los 30 minutos posteriores a la señal de evacuación del barco. Si la autoridad de control de un puerto percibe que un crucero viola cualquier regulación, o lo considera inseguro, la guardia costera, el capitán del puerto o la autoridad reguladora local puede impedir el embarque del pasaje o la salida del barco hasta que las deficiencias se hayan corregido.
En la actualidad, hay más de 300 barcos de cruceros activos, que realizan cerca de 112.000 trayectos al año. Un crucero medio transporta a unos 2.700 pasajeros, además de una tripulación de unas 800 personas. Por lo general, cuenta con cinco equipos de bomberos entre la tripulación, cuyos miembros están entrenados en la extinción de incendios a bordo, 4.000 detectores de humo, 500 extintores de incendios, tuberías de riego, aspersores y 6 kilómetros de manguera de bomberos.
Normas al contratar un crucero
Antes de programar unas vacaciones a bordo de un barco de crucero, los pasajeros deben tener en cuenta ciertas recomendaciones:
Se aconseja llevar en el equipaje de mano toda la documentación y los objetos delicados o valiosos
Conviene reservar con antelación, ya que el número de cabinas en oferta por reserva anticipada o con descuento para niños es limitado y, en los destinos con mucha demanda, las navieras pueden aumentar el precio del itinerario a medida que se acerca la fecha de partida. Además, si se tiene que volar al puerto de embarque, las tarifas aéreas se encarecen con el tiempo.
Es mejor realizar la reserva de un crucero unos cuatro o seis meses antes del momento de viajar. En los cruceros, al contrario que en los aviones, no suele haber ofertas de última hora. Lo idóneo al realizar un crucero es optar por los destinos en temporada baja, ya que hay menos turismo y los precios son más económicos. En un crucero al Caribe, es preferible viajar a principios del mes de enero, porque las tarifas son más asequibles.
Antes de contratar el viaje, es indispensable conocer el clima y las condiciones de navegabilidad en las fechas en que se realiza el crucero. La estación y el itinerario influyen en la temperatura y condicionan el tipo de vestimenta. Asimismo, es conveniente conocer las normas de etiqueta en la indumentaria que requiere el crucero:
- Si las temperaturas son altas, para la vida a bordo se aconseja ropa deportiva y ligera, con calzado cómodo y traje de baño. Con temperaturas más frías, se recomienda llevar ropa de abrigo.
- Para las cenas de gala (en general, en un crucero de una semana hay dos celebraciones de este tipo), se recomienda vestido de fiesta para las mujeres y traje para los hombres (algunas compañías sugieren que este sea oscuro). Para el resto de noches, la vestimenta puede ser informal.
- Para las excursiones, se recomienda ropa ligera y cómoda, sin olvidar las visitas a los santos lugares (hombros cubiertos y pantalón largo). La protección solar y un sombrero, para las visitas en verano, son muy aconsejables.
- Conviene caminar por las cubiertas externas con zapato bajo para no resbalar.
Al hacer el presupuesto de unas vacaciones en crucero, hay que tener en cuenta ciertos costes extras: el precio de las tasas de embarque, los traslados desde y hacia los puertos o aeropuertos, las propinas para el personal, las bebidas a bordo, el uso de Internet y las llamadas telefónicas, los tratamientos de belleza, las clases de gimnasia y spa, el servicio de lavandería, los artículos libres de impuestos comprados en las tiendas a bordo, los gastos médicos, el seguro de vacaciones, los pasaportes o los costes de visado, etc.
Las monedas más habituales que se utilizan para liquidar los extras suelen ser el euro y el dólar. Asimismo, conviene consultar en la agencia de viajes o en la página web de la compañía naviera el precio de las excursiones opcionales que se ofrecen en las escalas.
Dado que los barcos no están equipados para asistir partos, no se aceptan las reservas de pasajeras que en la fecha de finalización del viaje se encuentren en la 24ª semana de embarazo o con un grado de gestación más avanzado.
En el momento del embarque, las pasajeras embarazadas tienen que aportar un certificado médico que acredite la idoneidad para participar en el viaje, su buen estado de salud y el del bebé, además de especificar la fecha prevista para el alumbramiento. Las compañías declinan cualquier responsabilidad que pudiera derivarse como consecuencia de complicaciones en la gestación, por lo que las pasajeras embarazadas embarcan bajo su responsabilidad.
Si solo se domina el idioma español, hay que asegurarse de que sea una de las lenguas oficiales a bordo. Además, hay que conocer el tipo de ambiente del crucero (nacionalidades más frecuentes, franja de edad más habitual, tipo de animación a bordo, etc.).
Cada vez hay más cruceros temáticos, como los gastronómicos, para amantes del vino, aficionados al baile, los juegos de cartas, especiales para solteros, recién casados, etc. Incluso hay cruceros Disney apropiados para los niños. Si se viaja con niños, es esencial comprobar que el barco dispone de servicios y actividades especiales para ellos. Algunos cruceros restringen la edad de los pasajeros.
Al elegir entre un camarote interior u otro exterior, hay que valorar el tiempo que se pasará en él. Tener vistas exteriores favorece el disfrute de la navegación desde un ámbito privado, pero las cabinas interiores son mucho más económicas. Para pasajeros con alguna minusvalía o necesidades especiales, es aconsejable informarse previamente.
En función de cada barco, hay camarotes adaptados. Además, al confirmar la reserva, es conveniente conocer el número de cabina y su ubicación en el plano del barco. Se deben evitar los camarotes próximos a la discoteca, restaurantes, ascensores, sala de máquinas y cubiertas más concurridas por ser los más ruidosos. Lo más recomendable es que el camarote esté lo más alto posible.
Se aconseja estar en el puerto de salida unas tres horas antes de la salida del barco. En la terminal del puerto, hay que identificar el equipaje con las etiquetas que la naviera facilita, en las que debe constar el nombre completo del pasajero y el número de camarote.
Después hay que dirigirse con toda la documentación del crucero y el pasaporte a un mostrador, hacer la facturación o check-in y, por último, pasar por el control de seguridad para acceder al barco.
Los gastos de cancelación de un crucero son muy elevados, por lo que se recomienda contratar un seguro de cancelación. Además, para que un viajero esté protegido, debe contratar un seguro de viajes que incluya demoras, interrupciones y cancelaciones en casos de tormenta. Lo mejor es preguntar en el momento de comprar el seguro de viajes, en la línea de cruceros o en una agencia independiente.
Se aconseja contratar también un seguro de gastos médicos, ya que las consultas médicas a bordo no están incluidas. Todos los barcos cuentan con un centro médico de atención primaria, con un médico o enfermera de guardia permanente, y los gastos médicos se facturan a la tarjeta de crédito del pasajero. En algunos casos, se incluye en el precio del crucero un seguro básico de asistencia médica, con la posibilidad de ampliar su cobertura. Si se toman medicamentos, hay que llevar una cantidad suficiente para la duración del crucero.
Se debe confirmar la documentación necesaria para desembarcar en cada una de las escalas del crucero. En algunas ocasiones, es suficiente con presentar el DNI. En otros casos, se necesita el pasaporte, e incluso, es obligatorio obtener un visado.
Conviene consultar si el itinerario del crucero requiere vacunación. Los pasajeros de barcos que navegan por el Océano Índico deben vacunarse contra la fiebre amarilla.
No se admiten animales a bordo. Además, hay una serie de objetos no permitidos que se confiscarán al detectarse: velas e incienso, drogas o sustancias ilegales, bebidas propias, armas y munición, objetos afilados (incluidos cuchillos y tijeras), cafeteras, planchas, calentadores eléctricos, etc., material de artes marciales y defensa personal, sustancias químicas peligrosas (pintura, lejía o alcohol para uso personal), líquidos inflamables y explosivos, equipos de radioaficionados, bates de béisbol o cricket, arcos y flechas, palos de hockey, tablas de surf, esposas, sprays de pimienta, etc.
La noche anterior al desembarque, cada pasajero debe colocar las etiquetas con sus datos (nombre y dirección) en su equipaje y dejarlo fuera de la cabina. Las maletas se guardan en sitio seguro y se colocan en el hall de la aduana en el puerto. Se aconseja llevar en el equipaje de mano toda la documentación y los objetos delicados o valiosos.