Por motivos religiosos, el Camino de Santiago ha logrado una fama internacional que le encumbra como la ruta más elegida, además de por fieles, por toda persona que quiere disfrutar de un periodo dedicado a conocer los pueblos, los paisajes y las gentes de España. Sin embargo, hay otro camino tan ancestral y bello que ha permanecido en la sombra de la Ruta Jacobea: la Vía de la Plata.
Imagen: Piers Nicholson
La Vía de la Plata se trazó durante la Hispania romana para unir la extremeña ciudad de Mérida y la leonesa Astorga, capitales de primer orden durante el Imperio. Frente al Camino de Santiago, que recorre el norte del país de este a oeste, esta vía vertebra la mitad occidental de la península de norte a sur. Caminar por ella permite ver el contraste de los paisajes y construcciones de las montañosas comarcas leonesas y la cálida Extremadura y visitar algunas de las ciudades más bellas del país, como Salamanca. Más aún, el caminante se retrotrae hasta la grandeza del Imperio Romano contemplando los restos de su arquitectura y su arte, cuyo punto culminante es el anfiteatro de Mérida. Ya en la prehistoria se advertía una ruta por la que atravesar las tierras extremeñas y castellano-leonesas sin obstáculos. Sin embargo, fue el cónsul Carpio quien, en el año 139 a.C., construyó una vía desde la cuenca del Guadiana a la del Tajo. Más adelante, en los tiempos convulsos de las guerras civiles romanas, se situaron asentamientos en Medellín, Cáceres y una zona cercana al Puerto de Béjar. Con el tiempo, la Vía llegó hasta Astorga, núcleo administrativo del noroeste del país.
Poco tiene que ver con el metal
Durante la Edad Media, los peregrinos del sur utilizaban la Vía para alcanzar Santiago de Compostela. Ya en el siglo XIX, las tropas de Napoleón utilizaron la ruta en su invasión. La decadencia de la ruta se acusó ese mismo siglo con la construcción de la línea ferroviaria Palazuelo-Astorga y la carretera nacional Gijón-Sevilla, que hicieron que el itinerario cayera en el olvido. La ruta poco tiene que ver con el metal que le da nombre. Según los expertos, los árabes le llamaban balath, que significa enlosar, y la palabra fue evolucionando a balata, blata y, finalmente, plata. La Vía de la Plata transcurre uniendo las principales ciudades de Extremadura y la mitad occidental de Castilla y León: Mérida, Cáceres, Plasencia, Béjar, Salamanca, Zamora, Benavente y Astorga. Esta ruta tan pronto sumerge al viajero en tierras de secano, campos de cereales, o fértiles tierras verdes. De vez en cuando el caminante descubrirá sorprendentes palacetes, castillos o lugares de sumo interés como el Monasterio de Moreruela en Zamora o el singular municipio de Galisteo. Este recorrido permite observar las huellas dejadas por las culturas romana, árabe y cristiana. Al igual que el Camino de Santiago, aunque la mayoría se decide a recorrer la Vía a pie, hay quien se decanta por la bicicleta o incluso por recorrer la ruta a caballo. Aunque no hay una ayuda al peregrino tan articulada como en la Ruta Jacobea, existe una tradición de hospedaje que hace sencillo encontrar un techo donde dormir. Una opción también económica es recurrir a la red de albergues, y si se dispone de un presupuesto mayor, toda la zona está repleta de casas rurales tranquilas y con encanto.
Creciente interés
El creciente interés de historiadores y viajeros hacia esta ruta ha provocado una eclosión de guías, páginas web y todo tipo de iniciativas relacionadas. En Zamora se estudia incluso crear un museo dedicado a la Vía. En Extremadura, el Proyecto Alba-Plata se centra en rehabilitar, restaurar, proteger y señalizar los recursos de interés situados en ella a su paso por la comunidad autónoma. La página web Vía de la Plata en Extremadura que detalla la historia de la Vía, recopila noticias y eventos relacionados con ella, lista recursos de interés como albergues y museos e informa sobre el Proyecto Alba-Plata. El portal Guiarte cuenta también con una sección titulada Vía de la Plata, donde se puede encontrar información detallada sobre cada pueblo que cruza la ruta, crónicas de los viajeros e incluso un foro. Esta última página recomienda además la consulta de «La Guía de la Vía de la Plata. Pueblo a pueblo», un libro escrito por el periodista de la Agencia EFE Tomás Álvarez y publicado por la editorial Lobo Sapiens.