Según las estadísticas elaboradas por la Basílica Virxe Negra de Le Puy-en-Velay sobre el número de personas que cada año participan en la misa de peregrinos que cada día se celebra en este templo entre los meses de abril y octubre, los peregrinos pasaron de 2.532 en 1999 a 5.725 en 2002.
Esta cifra se prevé que se incremente este año de manera considerable, hasta unos 6.500 peregrinos. Estos datos confirman, según el reportaje citado, la consolidación de Santiago de Compostela como verdadero «testimonio de revitalización de las peregrinaciones».
Alemanes, belgas y holandeses son tradicionalmente los usuarios más habituales de esta ruta de peregrinación, a los que ahora se suman también «peregrinos de otra banda de los mares: australianos, canadienses y americanos».
El Padre Bernard Blanche destaca que el incremento en el número de peregrinos a la capital de Galicia en los últimos años «se debe mucho a Juan Pablo II y a las jornadas mundiales de la juventud que se celebraron en Compostela en 1989».
Desde entonces las rutas jacobeas traen a Santiago, año tras año, miles de peregreinos. El periódico francés señala que que muchos de ellos llegan a la Praza do Obradoiro con las palabras escuchadas en el Santuario de la Virgen Negra «hermanos y hermanas que partís en peregrinación no olvidéis nunca que el camino no se hace sólo con los pies, sino también con el corazón».