Las guías de viaje de Lonely Planet son la «biblia» de muchos viajeros que parten en busca de aventura. Pero la veracidad de estas publicaciones ha quedado en entredicho después de que uno de los colaboradores de la editorial haya reconocido que se inventó varias secciones de la guía sobre Brasil. Ello ha obligado a Lonely Planet ha revisar al menos tres ediciones sobre lugares de América.
En concreto, examinará el contenido de las guías de Chile, América del Sur y las Islas del Caribe. En todas ellas colaboró Thomas Kohnstamm, el hombre que ha confesado en un libro haberse saltado las reglas de la compañía para la edición de Brasil.
Piers Pickard, un responsable de Lonely Planet, ha asegurado que en las citadas guías el contenido que aporta Kohnstamm «es muy minoritario», pero como ha reconocido que se inventó varios pasajes se está haciendo «una revisión completa». Varios autores ya han sido enviados a los países citados «para verificar todo lo que Thomas escribió y, basándonos en sus conclusiones, haremos todo lo necesario para corregir cualquier inexactitud», señaló Pickard.
El libro de Kohnstamm «Do travel writers go to hell?» («¿Los autores de viajes van al infierno?»), que todavía no ha salido a la venta, está basado en su trabajo realizado para la guía de Brasil de 2005, que fue sustituida y actualizada por una nueva versión en 2007.
Kohnstamm declaró a un periódico australiano que incluso colaboró en la guía de Colombia sin ni siquiera pisar el país. Asegura que escribió su parte en San Francisco porque no le pagaban lo suficiente como para hacerlo en Colombia. «Obtuve la información de una chica con la que salía, una funcionaria del consulado colombiano», aseguró.
Las guías Lonely Planet nacieron hace más de 30 años de la mano de los australianos Tony y Maureen Wheeler, que empezaron publicando una lista sobre informaciones útiles después de un viaje por Europa, Asia y su tierra natal. La empresa, afincada en Australia, cuenta actualmente con más de 500 títulos sobre países de todo el mundo y vende más de seis millones de ejemplares al año.