Conforme a la información aportada por fuentes diplomáticas, los ministros de Transportes de los Veinticinco han acordado la creación de una lista negra de aerolíneas poco seguras, además de potenciar el derecho de los viajeros a ser informados de la compañía aérea que realiza su vuelo. El objetivo de este acuerdo se centra en evitar accidentes como el Sharm-El-Sheikhn (Egipto) en enero de 2004, en el que murieron 148 pasajeros, que viajaban a París, al estrellarse su avión poco después de despegar. Después del accidente se confirmó que Flash Air, la compañía operadora, tenía prohibido volar a Suiza por motivos de seguridad, pero estaba autorizada en algunos estados miembros.
Con la entrada en vigor del reglamento aprobado, los Veinticinco informarán a la Comisión de las compañías aéreas a las que hayan prohibido el uso de su espacio aéreo o sometido a restricciones de tráfico por motivos de seguridad. El Ejecutivo comunitario se limitará entonces a publicar la lista consolidada de estas aerolíneas. Actualmente, sólo el Reino Unido publica una lista negra de compañías aéreas peligrosas.
En este sentido, España Alemania y Francia han presentado una declaración conjunta en la que apoyan esta iniciativa, pero han lamentado la falta de consenso para establecer criterios comunes en la UE para prohibir a las aerolíneas poco seguras.
Por otra parte, el reglamento también obliga a informar a los pasajeros, en el momento en el que realicen su reserva, sobre la compañía que operará el vuelo que han contratado. Con este incremento en el deber de transparencia se trata de potenciar el compromiso con la seguridad por parte de las compañías aéreas.
También se ha apuntado que la lista negra pública de aerolíneas poco seguras, a falta de su aprobación en el Parlamento europeo, basará sus informaciones en un sistema armonizado de inspecciones de aviones extranjeros cuando éstos utilizan los aeropuertos comunitarios y de intercambio de información entre los Estados miembros.