El próximo 1 de mayo entra en vigor la medida comunitaria que prohíbe a los pasajeros de vuelos procedentes de países terceros llevar en su equipaje alimentos de origen animal adquiridos en esos Estados. La prohibición también afectará a los paquetes enviados por correo.
La carne y la leche del país de origen extracomunitario, así como productos elaborados a partir de estos alimentos, son los principales afectados por la normativa, de la que quedan excluidos países como Croacia, Islas Feroe e Islandia cuando el volumen de productos no supere los diez kilos.
La leche en polvo y alimentos para bebés, alimentos especiales y comida para mascotas prescritos por razones médicas se podrán transportar con la condición de que su peso no sea mayor a dos kilogramos, que no necesiten refrigeración antes de su apertura, que sean de venta directa al consumidor, y que su precinto esté intacto si no está siendo utilizado.
En cuanto a productos del mar, los pasajeros podrán llevar o enviar hasta 20 kilogramos o un solo ejemplar que supere ese peso. Otros alimentos como miel, ostras, mejillones vivos o caracoles se podrán introducir o enviar a la UE con un límite de hasta dos kilos.
Con todo ello se pretende evitar la entrada en territorio comunitario de enfermedades animales como la fiebre aftosa u otras que puedan ser transmitidas a los humanos.
La normativa no se aplicará a los productos transportados entre Estados miembros ni a aquellos procedentes de Andorra, Liechtenstein, Noruega, San Marino y Suiza.