Quienes tengan contratado un viaje a México y quieran cancelarlo por el brote de gripe porcina pueden hacerlo sin miedo a ser penalizados por ello. «Ni las agencias de viajes ni las compañías aéreas pueden penalizar a los usuarios que cancelen sus viajes a determinadas zonas del mundo afectadas por la gripe porcina al tratarse de una decisión fruto de una causa de fuerza mayor», afirma la organización de consumidores FACUA.
En el caso de los viajes combinados, FACUA indica que el artículo 160 del texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece que el consumidor no tendrá que indemnizar al organizador o detallista si la resolución del contrato se produce «por causa de fuerza mayor».
En cuanto a los billetes de avión adquiridos directamente a las compañías aéreas o contratados a través de agencias sin la combinación con otros servicios, la organización detalla que «tampoco deben aplicarse penalizaciones por estas cancelaciones ya que eso implicaría una cláusula abusiva al producirse un desequilibrio importante en los derechos y obligaciones de los usuarios y las empresas».
En este sentido, apunta que la citada normativa indica que «la retención de cantidades abonadas por el consumidor y usuario por renuncia, sin contemplar la indemnización por una cantidad equivalente si renuncia el empresario» es una cláusula abusiva «por falta de reciprocidad».
Así, FACUA recuerda que la normativa del sector aéreo exime a las compañías aéreas del pago de compensaciones económicas a los usuarios si las cancelaciones o retrasos en sus vuelos se producen por causas de fuerza mayor.
Para garantizar el equilibrio entre las dos partes, la asociación considera que tampoco los usuarios tienen que indemnizar a las agencias o las aerolíneas «si son ellas quienes solicitan las cancelaciones de los contratos esgrimiendo una causa de fuerza mayor».
Por su parte, la Federación Española de Agencias de Viajes (FEAAV) ha constatado una ralentización de las ventas hacia México. Jesús Martínez Millán, presidente de honor de FEAAV, considera de todos modos que todavía es temprano para medir las consecuencias que puede acarrear la gripe porcina y su impacto en el turismo español.