En Navidad no hay viaje más mágico que volar hasta Laponia y conocer a Papá Noel. Situado más al norte del círculo polar ártico, es un destino idóneo para toda la familia, ya que, además de visitar al entrañable personaje y entregarle en mano la carta con la lista de regalos, se pueden realizar innumerables propuestas al aire libre. ¿Cómo llegar hasta allí? ¿Qué meter en la maleta y qué actividades escoger? A continuación, se explica cómo organizar un mágico viaje a Laponia, cuya única pega son los precios, no demasiado baratos. Pero, en Navidad, todo es posible…
Navidad mágica en Laponia
Unos 150 kilómetros más al norte del círculo polar ártico, solo la aurora boreal y una capa de nieve blanca iluminan el paisaje en invierno. Y es que en verano el sol no se pone, pero en invierno nunca llega a subir por encima del horizonte. En este entorno mágico vive Papá Noel, a ocho kilómetros de la capital de la Laponia finlandesa, Rovaniemi.
El Pueblo de Papá Noel es una de las mayores atracciones de Escandinavia. La cantidad de turistas internacionales se ha cuadruplicado en pocos de años, y hoy cuenta con medio millón de visitas al año. Quienes tengan la suerte de poder acercarse a conocerle en persona, deben tener en cuenta una serie de consejos para disfrutar de su estancia desde el primero hasta el último minuto.
Qué llevar en la maleta
Antes de preparar la maleta, conviene saber a qué temperatura se estará. Varía bastante según se viaje en diciembre o marzo, pero lo más fácil es que ronde los 10 o 15 grados bajo cero. E incluso, aunque no es lo habitual, durante el invierno las temperaturas pueden llegar hasta los 25 grados bajo cero. Además, en esta estación, en las laderas de Laponia hay hasta un metro o más de nieve.
Para combatir este frío seco (la sensación térmica es que no hace tanto como marca el termómetro), el secreto está en vestirse por capas:
Camiseta térmica y calzoncillos largos (o leotardos o mallas que transpiren).
Pantalón de pana, jersey de lana grueso o una camiseta de micro-forro polar para la ciudad, ya que en ella se hacen trayectos cortos. Si se va a pueblos más alejados, se puede ir con pantalones de esquí.
Chaqueta de forro polar.
Paravientos.
Calcetines de lana gruesos, gorro y manoplas.
Botas adecuadas.
Para realizar las actividades al aire libre, en las distintas empresas o agencias de viajes dan la equipación necesaria (mono térmico, manoplas y botas térmicas).
Cómo llegar
Para llegar al ansiado destino, la casa de Papá Noel, lo mejor si se va con niños es contratar la visita con una agencia, que incluye planes específicos para ellos, aunque hay expertos que organizan el viaje para quienes prefieren ir por libre. Con una agencia, los precios para cuatro noches y cinco días, con hotel, tasas de aeropuerto y actividades incluidas (no algunas excursiones opcionales), rondan los 1.500 euros por niño y 2.300 por adulto.
El trayecto, desde Madrid o Barcelona, dura poco más de cuatro horas de vuelo directo hasta el aeropuerto de Rovaniemi, la capital de la Laponia finlandesa.
Dónde alojarse
Se puede dormir en la propia aldea de Papá Noel, en cabañas especialmente construidas para un turismo familiar. Estas son cálidas casas de madera equipadas con todas las comodidades, incluida una sauna. También es posible, dentro del mismo pueblo, dormir en un verdadero iglú hecho de nieve y decorado con hielo.
Otra posibilidad es alojarse en la capital, Rovaniemi, a unos ocho kilómetros, en hoteles más convencionales.
La visita a Papá Noel
El Pueblo de Papá Noel es uno de los lugares más visitados de Finlandia. En dos o tres horas se puede ver el taller de juguetes, dar un paseo en trineo, enviar la carta con los regalos desde su propia oficina de correos -con un sello muy especial-, comprar dulces y, por supuesto, conocerlo en persona cualquier día del año, salvo el 24 de dicembre.
Antes, hay que registrase a la entrada y recorrer galerías misteriosas. Cuando se le saluda, es posible hacerse una foto con él. Y también se le puede invitar a la propia cabaña o apartamento y pedirle incluso que reparta los regalos personalmente.
Además, los niños que quieran pueden acudir a la escuela para duendes, hacer trabajos manuales, repostería, esquiar y todo lo que a los elfos se les ocurra para divertirse. El Club de las Galletas se reúne durante la temporada navideña (del 1 de diciembre al 10 de enero) todas las tardes durante dos horas.
Safaris con motos de nieve:
Se puede conducir una moto de nieve, ya sea en una excursión básica de dos horas de conducción, o hacer una visita en este peculiar transporte a granjas de huskys o de renos. Para los valientes, hay incluso travesías de tres a cinco días hasta llegar al océano Ártico.
Safaris con renos:
Es una excursión inolvidable ir sentado en un trineo de renos, paseando por los bosques nevados. Para hacerla más romántica aún, se puede hacer el safari en horario nocturno.
Travesías con raquetas de nieve:
Además de realizar deporte, caminar entre la nieve en los bosques en silencio es una experiencia sobrecogedora.
Travesías y safaris con perros husky:
Viajar en un trineo de perros guiados por uno mismo impresiona. Casi siempre son trineos de dos personas tirados por seis perros husky. Además de guiarlo, parte del trayecto se puede ir sentado y disfrutar.
Visita al zoológico ártico:
El Parque de vida salvaje de Ranua es el zoológico más septentrional del mundo. Está a unos 80 kilómetros de Rovaniemi. En él se puede dar un paseo mientras se observa a los animales árticos en su entorno salvaje.
Crucero en rompehielos:
Una de las actividades más originales comienza al embarcar en el puerto de Ajos en el rompehielos SAMPO. Durante el crucero, el capitán del barco explica los secretos de este tipo de navegación y, después, los pasajeros pueden bañarse (equipados con trajes térmicos especiales que permiten flotar) en el mar rodeado de bloques de hielo.