Se han acabado las vacaciones para la mayoría de las personas pero el otoño es también una buena época para viajar. Por este motivo, muchos ciudadanos, con el calendario laboral a la vista, están planificando salidas más o menos largas para aprovechar esos días libres y «puentes» que se aproximan.
Las agencias de viajes siguen lanzando ofertas económicas muy tentadoras durante esta época. No obstante, hay quienes prefieren asumir la organización del viaje para poder así dar respuesta a sus preferencias.
El destino elegido evidentemente condiciona mucho el medio de transporte. Sin embargo tal vez haya alternativas más amables con el medio ambiente que las que se presentan inicialmente como primera opción.
El tráfico rodado supone alrededor del 20% del consumo total de energía y es responsable de gran parte de las emisiones de CO2 y otras substancias perjudiciales a la atmósfera. Las viajeros que quieren controlar el impacto sobre la naturaleza de sus desplazamientos han de tener en cuenta:
–Que cuantos más pasajeros viajen juntos más barato y ecológico resultará el trayecto.
–Que cuanto más pesa y menos aerodinámico es un automóvil más consume y más contamina.
–Que la forma de conducir influye en el gasto de carburante y en las emisiones. Por tanto, se debe procurar realizar una conducción más eficiente (yendo a bajas revoluciones, anticipando las desaceleraciones, apagando el motor si se va a permanecer parado más de un minuto, etc.).
–Que existen modelos diesel que disponen de filtros de serie efectivos para las partículas contaminantes.
–Que el uso de un vehículo para trayectos cortos duplica el consumo de combustible y multiplica casi por cuatro las emisiones contaminantes.
–Que el uso del transporte público incide beneficiosamente en el medio ambiente.
–Que el gasto de combustible de un viaje en avión comparativamente supera en casi cinco veces al de un tren. Además, la combustión de queroseno en altura es más perniciosa para el efecto invernadero.
–Que se puede contemplar la posibilidad de utilizar la bicicleta para algunos desplazamientos. Bien es cierto que, tal y como ha constatado la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), que ha colaborado en un estudio realizado por VOICE, organización europea que agrupa los intereses de los sectores más vulnerables de la sociedad en temas de transporte, en España destaca la insuficiencia de infraestructuras adecuadas para ciclistas.
Se observa que las cuestiones que afectan a la movilidad y los desplazamientos son especialmente delicadas. Conciliar comodidad con el cuidado del entorno natural no es tarea fácil. Hay que intentar encontrar un equilibrio. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cree que, a pesar de la dificultad en este ámbito, existen en el transporte formas de cuidar el medio ambiente que benefician al mismo tiempo a los consumidores. Por ejemplo considera que los desplazamientos por tren y los marítimos son más ecológicos, aunque incide en que es necesario fomentar la renovación de las flotas de transporte público, tanto terrestre como marítimo o aéreo.