A lo largo de las vacaciones de Semana Santa, los viajes por carretera se multiplican. Según datos del Ministerio de Interior, el pasado año se certificaron más de 14 millones de desplazamientos, con un balance de 39 fallecidos, cinco víctimas menos que en el mismo periodo de 2010. Pese a que las cifras muestran una tendencia muy positiva en la reducción del número de accidentes, fallecidos o heridos graves, en los viajes largos, además de extremar las precauciones, es esencial verificar que el vehículo está en óptimo estado. El mejor modo de hacerlo es llevar el coche a un taller para revisarlo a conciencia.
1. La puesta a punto del vehículo
Ante de un viaje largo es necesario un chequeo exhaustivo del coche
El primer paso antes de emprender el viaje es la inexcusable visita al taller para realizar una revisión, a no ser que se tengan los conocimientos de mecánica suficientes para hacerla el propio conductor. Pese a que la revisión del vehículo debe ser periódica, cuando se piensa realizar un trayecto largo, hay que extremar la seguridad y la precaución, lo que implica un chequeo exhaustivo del coche.
Los principales elementos que se deben verificar, según la Dirección General de Tráfico (DGT), son:
Niveles de líquido de frenos, aceite, limpiaparabrisas, dirección y anticongelante.
Alumbrado en correcto funcionamiento y altura de los faros.
Carga de batería y estado de sus bornes (protegidos con vaselina).
Comprobar la suspensión, encendido e inyección.
Estado de los frenos.
Estado de la dirección «sin holguras».
Estado de las bujías, cables y filtros.
Estado de los neumáticos, comprobar su desgaste (sin grietas, ni estrías) y la presión. Estado de las escobillas del limpiaparabrisas.
Estado de los manguitos del motor y sus abrazaderas a partes fijas.
Posición correcta de los asientos y sus anclajes.
Posición correcta del retrovisor, sin ángulos muertos.
Circular con el depósito de combustible lleno, ya que ante cualquier situación anómala (retenciones, accidentes, inclemencias meteorológicas, etc.) resulta de gran ayuda.
Comprobar que el vehículo contiene los recambios imprescindibles, como son:
- 1. Rueda de repuesto a su presión necesaria y herramientas para su instalación (gato).
- 2. Juego de luces en perfecto estado y herramientas para su instalación.
- 3. Dos triángulos homologados de señalización de peligro y un chaleco reflectante.
2. Consejos para el viaje
Cada año, la DGT lleva a cabo una campaña durante Semana Santa en la que ofrece diversas recomendaciones para los conductores, al margen de la imprescindible puesta a punto del coche. El objetivo es concienciar sobre las precauciones necesarias antes y durante el viaje, y favorecer la seguridad. Destacan las siguientes:
Informarse del estado de las carreteras. La propia DGT, a través de su página web, ofrece información sobre alertas de tráfico, con lo que es posible evitar incidencias en ruta, atascos, obras o desvíos. Y revisar el pronóstico del tiempo (www.aemet.es).
Planificar de manera adecuada el viaje. Evitar las horas punta o de mayor circulación, como la tarde-noche del miércoles al Jueves Santo, que en general es la de mayor tráfico del año. Seleccionar y calcular la ruta más conveniente (GPS, guías, navegador, Google Maps).
Conducción eficiente. Permite un ahorro de combustible y CO2 de hasta el 15% y aporta mejores niveles de seguridad vial. Implica utilizar marchas largas, usar la primera solo para el inicio de la marcha, arrancar el motor sin pisar el acelerador, etc.
Atención a la velocidad. Debe ser adecuada a las circunstancias y a la vía por la que se circule. Más del 30% de los accidentes tienen relación con la velocidad.
Mantener la distancia de seguridad. Sobre todo en caravanas, con lluvia y hielo.
Atención a las motos y ciclistas. Son especialmente vulnerables, sobre todo, en las curvas y en las carreteras secundarias.
Cero alcohol. No consumir bebidas alcohólicas si se va a conducir.
Atención a los desplazamientos cortos. Tomar las mismas precauciones que en los de largo recorrido y, en especial, al llegar al destino, cuando la fatiga es mayor.
Cinturón de seguridad. También en los asientos traseros y con especial cuidado cuando se lleven pasajeros menores de edad y sillas para bebés.
Descanso al volante. Parar cada dos horas o 200 kilómetros. Usar ropa cómoda.
Siempre alerta y descansado. Tomar bebidas refrescantes, que hidratan y despejan, dormir un mínimo de siete horas y evitar desplazamientos tras la jornada laboral.
Ajustar el asiento. El Real Automóvil Club de España (RACE) aconseja acomodar y adaptar el asiento y la altura del volante para reducir calambres y dolores musculares.
Conducir durante el día. Es preferible hacerlo durante la mañana o la tarde. Evitar la noche, ya que la conducción nocturna causa fatiga y somnolencia.
Para emergencias. Llevar un móvil cargado, permisos, papeles del coche y el seguro en regla, un botiquín de primeros auxilios, triángulos, chaleco y extintor, entre otros.
Cuando se lleve a cabo el viaje y sea necesaria información más específica o extensa, pueden consultarse los diversos consejos de seguridad vial que se recogen en la web de la DGT sobre agentes condicionantes, dispositivos de seguridad o accidentes.