La Ruta del Grial es un fascinante itinerario para los amantes de la naturaleza y los paisajes al aire libre, accesible tanto a pie como en bicicleta. También supone una opción de turismo religioso, ya que cuenta las historias de la peregrinación de una de las reliquias más destacadas del cristianismo: el Santo Cáliz, la copa que supuestamente fue empleada por Jesús de Nazaret en la Última Cena.
El recorrido, que transcurre a lo largo de más de 120 kilómetros divididos en 7 etapas, permite contemplar los espectaculares paisajes de las sierras Calderona y Espadán, visitar los históricos monasterios de Santo Espíritu, Santa María del Puig y Massamagrell y disfrutar de la apacible belleza de la huerta valenciana. La ruta finaliza en la Catedral de Valencia, en la Capilla del Santo Cáliz, donde se custodia la reliquia desde 1437.
El Santo Cáliz, el origen de la ruta
Según la Biblia, el Santo Cáliz fue utilizado por Jesús durante la Última Cena, convirtiéndose desde entonces en un objeto sagrado y altamente codiciado. A lo largo de los siglos, esta reliquia ha sido resguardada bajo la protección de diversas instituciones. En 1424, el Santo Cáliz llegó al Palacio Real de Valencia y desde 1437 ha permanecido custodiado en la catedral. En 1916, la Sala Capitular de la seo fue rehabilitada y transformada en la Capilla del Santo Cáliz.
Un siglo después, en 2016 Turismo de la Comunidad Valenciana desarrolló la Ruta del Grial para dar visibilidad a esta historia. Años antes, en 2014, el Papa Francisco había reconocido a Valencia como Ciudad Jubilar por custodiar el Santo Cáliz, dándole una periodicidad de cinco años.
La Ruta del Grial
La Ruta del Grial es un itinerario cargado de misticismo e historia. Atraviesa 18 municipios de la Comunidad Valenciana hasta llegar a la majestuosa catedral de la capital. En total, son algo más de 120 kilómetros divididos en siete etapas. Este camino sigue el antiguo Camino Real, que enlazaba los reinos de Aragón y Valencia, atravesando las impresionantes formaciones rocosas de las sierras de Gúdar y Javalambre antes de adentrarse en la Comunidad Valenciana, siguiendo el curso del río Palancia.
La ruta se cruza con calzadas romanas, vías pecuarias, Vías Verdes e incluso tramos del Camino del Cid y el Camino de San Vicente Mártir. Y todo ello mientras se contempla y admira un rico patrimonio cultural, artístico y natural. ¿Listo para descubrir las maravillas que aguardan en estas siete etapas?
📌 Primera etapa
Barracas – Caudiel (25,68 km)
- 🚶♀️ A pie: 6:25 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 2:10 horas
Barracas, punto de partida de la Ruta del Grial, desempeñó un papel crucial como la puerta de entrada al antiguo Reino de Aragón desde el Reino de Valencia. Son visitas obligadas la fuente de San Pedro, donde los primeros peregrinos saciaban su sed, y la escultura que rinde homenaje a la Ruta del Grial.
Desde Barracas, los viajeros pueden optar por seguir la ruta principal que atraviesa Caudiel y Benafer, donde se han conservado intactos 2 km del trazado original del Camino Real de Aragón a Valencia, o tomar la ruta por el anillo de Montanejos, que pasa por el pueblo homónimo y por Cirat.
📌 Segunda etapa
Caudiel – Jérica – Navajas (20,20 km)
- 🚶♀️ A pie: 5 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 1:35 horas
Caudiel es un encantador pueblo medieval de origen islámico que cautiva con sus serpenteantes calles y murallas. Es imprescindible visitar la iglesia parroquial de San Juan Bautista, que alberga el camarín de la Virgen del Niño Perdido, una imagen tallada en un colmillo de elefante. El Parque Natural de la Sierra de Espadán y el Paraje Torre del Molino son sus principales atractivos naturales.
Por su parte, Jérica atesora un valioso patrimonio arquitectónico religioso. Destacan la ermita gótica de San Roque, la iglesia arciprestal de Santa Águeda y la iglesia capuchina del Cristo de la Sangre. En las afueras de la localidad está la torre mudéjar de Jérica, también conocida como la Torre del Homenaje, una construcción única en la Comunidad Valenciana por su singularidad arquitectónica.
📌 Tercera etapa
Navajas – Altura – Segorbe (9,9 km)
- 🚶♀️ A pie: 2:25 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 50 minutos
Navajas destaca por su agradable clima, entorno natural y las saludables aguas de las numerosas fuentes minero-medicinales. Son lugares indispensables la iglesia parroquial de la Virgen de la Luz, la señorial casona (sede del actual ayuntamiento) y la torre de Altomira, de origen islámico. A poca distancia del centro urbano está el salto de la Novia, una impresionante cascada que desciende desde una altura de 30 metros sobre las aguas del río Palancia.
En Altura, la Cueva Santa es uno de los lugares más emblemáticos de la Comunidad Valenciana. A la talla de la Virgen se le atribuyen numerosos milagros, entre los que destaca el afloramiento del manantial del Berro. Además, no hay que pasar por alto la iglesia Primitiva, de estilo gótico valenciano, que se erige en el corazón medieval del municipio.
📌 Cuarta etapa
Segorbe – Torres Torres (21,5 km)
- 🚶♀️ A pie: 5:20 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 1:45 horas
La visita a la ciudad prehistórica de Segorbe debe comenzar por su impresionante catedral basílica, una construcción del siglo XIII que fusiona los estilos gótico, barroco y neoclásico.
La villa también ofrece una variedad de atractivos naturales, como la Fuente de la Estrella, el Paseo de Sopeña y la Glorieta del Botánico Pau. Además, merece la pena contemplar el entorno natural de la Esperanza y la emblemática Fuente de los Cincuenta Caños, que exhibe los escudos heráldicos de todas las provincias de España.
📌 Quinta etapa
Torres Torres – Estivella – Gilet – Sagunto (22,29 km)
- 🚶♀️ A pie: 5:30 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 1:50 horas
Torres Torres se encuentra enclavada en los campos de regadío en el valle medio del río Palancia. En sus proximidades está el puente medieval de les Jovades, un vestigio histórico que rememora el antiguo trazado del Camino Real de Aragón a Valencia. Estivella, por su parte, presume del impresionante Castillo de Beselga, acompañado por su torre almohade del siglo XII.
En el entorno de Gilet, en el valle de Toliu, se encuentra uno de los conjuntos monumentales más relevantes de la Ruta del Grial: el monasterio del Santo Espíritu, fundado en 1402 por María de Luna, la primera esposa del rey Martín I de Aragón, el Humano. El Parque Natural de Sierra Calderona es otro de los grandes atractivos de esta zona.
📌 Sexta etapa
Sagunto- El Puig de Santa María – Massamagrell – Alboraya (25,5 km)
- 🚶♀️ A pie: 6:15 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 2:05 horas
Sagunto, antaño conocida como Arse, Saguntum y Morvedre, atesora un riquísimo patrimonio histórico. Desde su castillo, las vistas que se despliegan sobre el campo de Murviedro resultan impresionantes. Entre los puntos de interés ineludibles está el Teatro Romano, la ermita del Santísimo Cristo, la iglesia de Santa María, la iglesia románica del Salvador (uno de los templos más antiguos y mejor conservados de la Comunidad Valenciana) y la ermita de la Sang.
El Real Monasterio del Puig de Santa María (El Puig) es un monumento histórico-artístico nacional de gran relevancia, fundado por el rey Jaume I de Aragón, el Conquistador. Sus cuatro torres coronan un conjunto que combina la residencia monacal con espacios de gran belleza artística.
En Massamagrell, la antigua alquería musulmana destaca por el hermoso paraje eremítico del convento de Santa María Magdalena, erigido en 1547 por los monjes capuchinos. En esta misma localidad es imprescindible ver la escultura conmemorativa de la Ruta del Grial, llamada ‘La Última Cena’, y el convento de las Hermanas Terciarias Capuchinas.
📌 Séptima etapa
Alboraya – Valencia – Capilla del Santo Cáliz (9,35 km)
- 🚶♀️ A pie: 2:15 horas
- 🚴♂️ En bicicleta: 50 minutos
Alboraya, a las puertas de Valencia y rodeada de fértiles campos, es conocida por su horchata de chufa, su huerta y sus espléndidas playas. En su casco histórico, aún se conserva el trazado original, donde se entrelazan pintorescas casas rurales con edificaciones de estilo modernista y art decó.
Valencia es el destino final de la Ruta del Grial. La primera parada obligada es el Palacio del Real, lugar donde inicialmente se custodió la reliquia. Siguiendo la ruta de los peregrinos de antaño, hay que cruzar el histórico puente de la Trinidad, bordeando así el río Turia para llegar a la iglesia y palacio del Temple, por donde pasó el Santo Cáliz en su camino hacia la catedral de Valencia, en el año 1437.
Situada en el epicentro de la ciudad medieval, la catedral de Valencia se alza majestuosa acompañada de una torre campanario, conocida popularmente como El Miguelete o Torre del Micalet. La Capilla del Santo Cáliz, de estilo gótico valenciano, fue erigida entre 1365 y 1369. A lo largo de su historia ha desempeñado múltiples funciones, desde servir como Sala Capitular y cátedra de Teología hasta ser punto de reunión para los miembros de las Corts Valencianas, antes de, finalmente, convertirse en el hogar de la valiosa reliquia en 1916.