La aerolínea de bajo coste Ryanair ha anunciado que a partir del 20 de septiembre cobrará una tasa de dos libras (unos tres euros) por trayecto a cada pasajero por facturar en el mostrador del aeropuerto en lugar de hacerlo antes por Internet. De esta forma, un vuelo de ida y vuelta con la compañía irlandesa se encarecerá en cuatro libras para quienes no dispongan de acceso a la Red o bien no confíen en este sistema para facturar su equipaje.
La facturación será gratuita para los pasajeros que lo hagan por Internet y que lleven sólo equipaje de mano. Ryanair cobra también por cambiar el nombre del titular del billete (103 euros), para que un menor pueda subir al avión con carácter prioritario (casi seis euros), y por cada equipaje que viaja en la bodega del avión (unos 15 euros).
El Consejo de Usuarios de Transportes Aéreos ha advertido a la aerolínea que, de seguir imponiendo cargas adicionales a los pasajeros, terminará perdiendo parte de los 42,5 millones de personas que utilizan sus servicios diariamente.
La aplicación de una tasa por facturar en mostrador es una novedad que, de tener éxito, podría ser incorporada por otras aerolíneas.