Elegir un camping para pasar las vacaciones sigue siendo una de las alternativas más económicas en estos tiempos de crisis. El contacto con la naturaleza y la vida al aire libre hacen que esta modalidad de hospedaje tenga cada vez más adeptos. De hecho, las pernoctaciones en campings han registrado en mayo de 2012 una subida interanual del 0,2%, según la Encuesta de Ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros que publica el INE (Instituto Nacional de Estadística). En cualquier caso, antes de hacer una reserva, es aconsejable conocer las ventajas e inconvenientes que tienen los campings, para valorar si interesa disfrutar de unos días de asueto en uno de ellos.
Camping, buenos precios para un turismo diferente
Un camping es un espacio de terreno delimitado, acondicionado y destinado para ofrecer a las personas, mediante el pago de un precio estipulado y durante un periodo de tiempo, un lugar para hospedarse al aire libre utilizando, como residencia, albergues móviles, caravanas, tiendas de campaña u otros elementos similares de fácil transporte. Su principal aliciente no solo es la relación calidad-precio de sus servicios, sino la posibilidad de ofrecer un turismo diferente en una escapada de fin de semana o en vacaciones (por ejemplo, si queremos viajar en autocaravana).
Los campings se clasifican, de acuerdo con sus instalaciones y servicios, en cuatro categorías: lujo, primera, segunda y tercera categoría. Para ello, deben estar inscritos como tales en el correspondiente registro de las Consejerías de Turismo de cada comunidad autónoma. Algunos de los campings españoles están entre los mejores de Europa y cuentan con premios internacionales que así lo acreditan. Pero, ¿cuáles son las ventajas y los inconvenientes que presentan a la hora de hospedarse en ellos?
Las ventajas de pasar las vacaciones en un camping
- Permiten disfrutar de unas vacaciones más económicas que si se acude a otro tipo de establecimiento hotelero o un apartamento. Los campings más asequibles pueden tener un precio por persona y día de unos 8 euros para coche y tienda, autocaravana o vehículo y caravana, todos ellos con la parcela incluida.
- La libertad de horarios y de indumentaria que se disfruta en un camping. Aunque hay normas básicas de convivencia, no suelen ser tan rigurosas como las de los hoteles. Además, las entradas y salidas de los huéspedes no son tan estrictas.
- No cuentan con grandes edificaciones. Sin embargo, los campings suelen tener una ubicación privilegiada al encontrarse en parajes de gran riqueza natural y paisajística, cerca de parques nacionales, del mar, de la montaña e, incluso, próximos a las ciudades, etc.
- Son muy apropiados para personas de mediana edad, grupos de jóvenes, parejas y familias con niños.
- Es la mejor opción para los amantes de la naturaleza, ya que muchos poseen grandes zonas con árboles y vegetación. Por ello, constituyen una alternativa de ocio y un estilo de vida basado en el disfrute familiar en un entorno ecológico y al aire libre.
- A menudo se ofrece la posibilidad de hacer rutas, excursiones, paseos a caballo, deportes, senderismo, actividades náuticas, pesca, etc.
- La oferta deportiva y de juegos suele ser muy amplia y adecuada para cada edad. En general, los niños pueden disfrutar con programas de animación lúdica y para los mayores hay diversión nocturna (música, bailes, concursos, sorteos, etc.).
- En muchos campings cabe la posibilidad de alojarse en un bungalow o un chalé de madera. En ellos se dispone de las mismas comodidades que un apartamento: salón con televisor y sofá, habitaciones, baño con ducha o bañera, WC y lavabo, cocina con menaje, nevera, encimera de gas y microondas, aire acondicionado, terraza con muebles exteriores, etc.
- En algunos campings hay bungalows y chalés adaptados para personas discapacitadas.
- La mayoría de los campings tienen biblioteca con préstamo de libros e, incluso, zona wifi para navegar por Internet.
- Se suele admitir a animales domésticos. Por ello, se trata de un alojamiento turístico aconsejable cuando no se tiene con quién dejar a la mascota.
- Aunque cuenta con hornillos, zonas habilitadas para hacer barbacoas o bombonas de gas y cocinas, los campings albergan restaurantes, cafeterías, pizzerías o hamburgueserías, por lo que el campista puede olvidarse de cocinar durante sus vacaciones. En general, los restaurantes ofrecen menús diarios y de fin de semana a precios económicos, entre 9 y 20 euros por persona.
- En función de la categoría del camping puede haber más o menos equipamientos y servicios: piscinas, agua caliente, lavadero de coches, pistas de tenis y otros deportes, parque infantil, gimnasio, granja, etc.
- Para quienes deseen hospedarse en un camping sin perder la comodidad, existe una modalidad de lujo llamada glamping (camping con glamour), que posee unos equipamientos de gran calidad, confort y suntuosidad, a precios más elevados que los campings convencionales.
Los inconvenientes que presentan los campings
- El contacto con la naturaleza, que para algunos es idílico, para otras personas puede resultar catastrófico: alergias, picaduras y mordeduras de insectos (para evitarlas, lo más conveniente es utilizar un repelente de insectos) o ruidos y cantos de animales (grillos, ranas) que hacen imposible conciliar el sueño, por ejemplo.
- Si se sitúa la tienda o la caravana cerca del club social, bar, supermercado, la zona de lavandería o de los baños, se pueden padecer ruidos molestos y malos olores que estropearán la estancia.
- Al encontrarse tan cercanas las parcelas entre sí, hay poca intimidad. Es muy fácil oír la TV, la radio o las conversaciones de los vecinos de tienda, caravana o bungalow.
- Algunos campings no admiten animales de compañía, sobre todo en los meses de julio y agosto.
- En ocasiones, las zonas y parcelas donde se acampa son pequeñas, tienen poca sombra o no tienen césped.
- A veces, las áreas de acampada, los accesos y las salidas de emergencia no están bien señalizados ni iluminados durante la noche.
- Para ir de camping es necesario viajar con un equipamiento básico en el que, a menudo, hay que incluir la tienda, la caravana, los sacos de dormir y otros utensilios. La compra de este material genera un gasto añadido.
- El camping no ofrece todas las comodidades de otro tipo de alojamiento. En la mayoría de casos, hay que compartir el cuarto de baño y las duchas con el resto de campistas.
- Cuando bajan las temperaturas o llueve, puede resultar incómodo estar alojado en un camping. En este sentido, no conviene acampar en las riberas de los ríos, ramblas o zonas bajas, ya que, en caso de lluvia, son las primeras áreas que se inundan. Además, cuando hay tormenta, se aconseja no estar cerca de los árboles, ya que atraen los rayos y se pueden desprender ramas.
- Mientras la habitación de un hotel cuenta con toallas y sábanas y, dependiendo de la categoría, se incluye champú, secador de pelo, cepillo y pasta de dientes, etc., en el camping hay que llevarlo todo de casa.
- En el camping toda la limpieza depende del huésped. Mantener aseada una tienda de campaña es más difícil que un apartamento o una habitación de hotel, donde existe el servicio diario de limpieza.
- Al tratarse de espacios reducidos, hospedarse en un camping es más incómodo que hacerlo en otro tipo de alojamiento, como un hotel o un apartamento, donde las zonas son más espaciosas.
Tanto para cocinar, como para mantener la comida en la nevera, un camping ofrece más inconvenientes, ya que el espacio es más limitado y se dispone de menos utensilios.
En los cinco primeros meses de 2012, más de la mitad de las pernoctaciones en campings españoles las han realizado ciudadanos no residentes en España. Países Bajos es el principal mercado emisor, con un 27,6% de las pernoctaciones de no residentes, un 8,1% más que en mayo de 2011. En este sentido, Cataluña es el destino preferido de los campistas, con 919.020 pernoctaciones, un 3,7% más que hace un año y La Rioja alcanza el mayor grado de ocupación en campings, con el 55,3% de las parcelas ofertadas.
El sector del camping genera unos ingresos anuales de unos 1.400 millones de euros y, durante gran parte del año pasado, las pernoctaciones en este tipo de instalaciones de las provincias de Gerona y Castellón, la comunidad cántabra y la región de Murcia superaron a las pernoctaciones en hoteles.