Presenciar en primera fila la entrega de los Oscars, viajar a la estación espacial internacional, una cena para dos ante una puesta del sol en la selva africana, vivir a bordo de un auténtico palacio flotante o conducir un vehículo que ha participado en el mundial de la Fórmula 1 eran, hasta hace pocos años, quimeras para los amantes del turismo exclusivo y no convencional.
se pueden pagar desde 5.000 euros por una semana en un crucero más bien tradicional, hasta medio millón de euros, dependiendo de las necesidades del viajero
Sin embargo, desde hace unos años esta oferta ‘a la carta’ se ha multiplicado con el nacimiento de agencias dedicadas al diseño de viajes de lujo, o de élite, que son capaces de satisfacer las demandas más extravagantes a cambio de importantes sumas de dinero. Este tipo de aventuras no tiene un coste específico ni tarifado: se pueden pagar desde 5.000 euros por una semana en un crucero más bien tradicional, hasta medio millón de euros, dependiendo de las necesidades del viajero.
Los turistas que se inclinan por este tipo de «odiseas» se definen como viajeros experimentados que se desplazan en cualquier época del año y que gastan una media de 600 euros diarios, según el informe Radiografía del Viajero de Alto Poder Adquisitivo en España, de la Consultora Latitud 4 viajes (L4), realizado en 2006. Son viajeros que descartan los destinos abarrotados de gente en verano o las ciudades pequeñas y se inclinan, por ejemplo, por pasar una temporada en hoteles de siete estrellas o explorar sitios inaccesibles. Estos turistas disfrutan conduciendo un coche de Fórmula 1 y se divierten volando en un globo aerostático decorado especialmente a su gusto.
Viajes y eventos inéditos
El turismo de lujo nació originariamente en Inglaterra y se expandió rápidamente en los Estados Unidos. Las empresas de viajes descubrieron un interesante mercado: satisfacer los deseos de las personas de alto poder adquisitivo que deseaban realizar viajes a lugares exóticos. En España, en los últimos diez años, este sector ha ido creciendo lo suficiente como para hacer de estas actividades un negocio rentable. Algunas empresas que ofrecen este tipo de servicios son Neyzen, ADMeetings, L4 viajes y Destinia, que aprovechan las demandas de un público que convierten al turismo de lujo en una ascendente fuente de ingresos.
Viajes de placer, de negocios, o una combinación de ambos, constituyen las propuestas de élite por excelencia. Las compañías que se dedican a esta actividad están lideradas por especialistas en auténticas exploraciones que pueden garantizar el éxito del viaje, en parte, porque conocen el terreno, y porque acuden a los mejores guías para el disfrute del viajero. Por ejemplo, en un viaje al África más desconocida, el turista consigue disfrutar con tranquilidad de esta salida porque está acompañado de guías pertenecientes a étnias tan representativas como los masai en África o los inuits en el Ártico, grandes conocedores de su tierra, de su fauna y de su cultura.
Viajes de placer, de negocios, o una combinación de ambos, constituyen las propuestas de élite por excelencia
Algunas de las opciones más insólitas son las siguientes:
- Asistencia a eventos exclusivos: entrega de los Oscars. Conciertos de difícil acceso o torneos deportivos internacionales.
- Pilotar un F1. Conducir un coche de carreras junto a un profesional o un automóvil de alta gama valorado en medio millón de euros.
- Explorar la Antártida en un rompehielos.
- Navegar en barcos de lujo, yates o goletas.
- Excursiones a parajes casi vírgenes con guías privados.
- Alojamiento en hoteles de siete estrellas.
- Practicar el golf en un yate particular en el Mediterráneo.
- Recorrer cualquier ciudad del mundo en helicóptero o globo aerostático.
- Degustación de la mejor gastronomía y de los mejores vinos del mundo.
Hasta hace unos años, viajar al espacio era una pericia imposible de realizar para cualquier mortal que no formara parte de las filas de una de las agencias espaciales, rusa, europea o estadounidense. Pero en la actualidad se ha hecho realidad en España de la mano de algunas empresas que ofrecen desde viajes suborbitales hasta un paseo de astronauta en la Agencia Espacial Internacional, con precios que oscilan entre los 4.000 euros y los 16 millones de euros. Otra opción es flotar en gravedad cero, por 70.000 euros, o realizar un viaje suborbital por 100.000 euros.
Perfil de los viajeros
Empresarios, ejecutivos y cargos directivos son los viajeros que compran este tipo de paquetes. Se trata de personas de entre 30 y 60 años, con un buen conocimiento de idiomas, muy acostumbradas a viajar, razón por la que buscan nuevos destinos poco explorados.
Otras características de estos turistas es que suelen jugar golf en sitios exclusivos o se dedican a la pesca especializada. Frecuentan restaurantes de alto nivel, vuelan en aviones privados o navegan en barcos de diseño único. El estudio de L4 también revela que estos viajeros no acceden a estas ofertas a través de Internet sino que prefieren contratar su viaje en una agencia especializada que les confecciona un tour único adaptado a sus expectativas.