Estar embarazada no es razón para no viajar, pero sí es una circunstancia que obliga a tomar precauciones adicionales y adaptar el tipo de viaje y a elegir un destino acorde con las necesidades propias de la gestación.
Hay dos aspectos imprescindibles que conviene tener en cuenta al planificar unas vacaciones. Por una parte, el tipo de transporte y la actividad que durante ese periodo se va a desempeñar deben ser decididas atendiendo a las molestias que tienen las mujeres en estado: sensibilidad, agotamiento, somnolencia, necesidad frecuente de orinar, hinchazón de piernas, dolor de espalda, etcétera. Todas estas incomodidades hacen indispensable decantarse por opciones tranquilas y medios de transporte y alojamiento cómodos.
Es aconsejable la elección de un país con buenas condiciones sanitarias y sistema de sanidad
Otro aspecto que no se puede obviar es la elección de un país con unas condiciones sanitarias buenas y un buen sistema de sanidad. No es el momento pues de viajar a zonas tropicales, ni países en desarrollo. Además, no hay que olvidar que hay infinidad de vacunas que están contraindicadas para las embarazadas.
Hay también destinos cercanos que presentan serios inconvenientes. Es el caso de las regiones con climas calurosos, porque las futuras mamás son especialmente sensibles al calor. Además, la falta de melanina que provoca la gestación hace poco aconsejable tomar el sol. Si se opta por un viaje de aventura o de deporte, habrá que evitar actividades en las que las caídas sean frecuentes y el submarinismo. Por el contrario, la natación y la bicicleta son dos ejercicios óptimos para una embarazada. Además, no sólo no está prohibido sino que es aconsejable realizar algo de ejercicio, por lo que descartaremos un plan demasiado pasivo.
Ya elegido el destino, habrá que pensar qué medio de transporte utilizar. De nuevo, hay que acordarse de la fatiga y las molestias que no hacen del embarazo una buena época para viajes largos. Sea cual sea el medio de transporte elegido, es necesario utilizar el cinturón de seguridad, ajustándolo por debajo del vientre. El tren y el avión son dos medios de transporte recomendables porque permiten levantarse a caminar, algo necesario dado que la circulación de la sangre es dificultosa durante la gestación. El coche y el barco, por el contrario, en los que son frecuentes las sacudidas y los mareos, no son la mejor opción. En cualquier caso, es imprescindible llevar ropa cómoda y holgada y beber mucha agua.
La época más indicada del embarazo para viajar es el segundo trimestre
En cuanto a cuál es la época más indicada del embarazo para viajar, los expertos coinciden en que es el segundo trimestre. En el primero hay todavía más riesgo de aborto, náuseas y además es mejor esperar a hacerse ecografías. En el tercero, además de que el vientre ha crecido ya mucho, por lo que la sensación de pesadez es mayor, existe la posibilidad de que el parto se adelante.
Por último, los siguientes antecedentes hacen muy arriesgado viajar: abortos, anomalías en la placenta, hemorragias, diabetes, anemia severa y rotura de membranas. Los embarazos múltiples también hacen desaconsejable emprender viajes largos.