Acabados de cocina

Materiales específicos para presupuestos y estilos definidos
Por EROSKI Consumer 8 de agosto de 2006

Existe un gran abanico de opciones para amueblar la cocina. Algunas de ellas incluso combinan la posibilidad de escoger un presupuesto económico sin renunciar a una vistosa estética decorativa.

El material seleccionado para las diferentes piezas que conforman el mobiliario de la cocina aparece como uno de los factores de mayor relevancia en el estilo final de la propia estancia, tanto a nivel decorativo como a nivel económico. De esta forma, las posibilidades y los precios de cada material son muy variados, permitiendo ajustar la economía de cada hogar a las necesidades y preferencias personales. Algunas de las opciones que se pueden encontrar en el mercado actual son:

Madera

Es el acabado clásico por excelencia. Pese a que está más relacionado con el estilo rústico, también existen acabados en madera con aspecto más moderno. Sirva de ejemplo el cerezo, aunque se suele combinar con acero inoxidable y otras maderas como nogal, roble o haya para realzar ese talante de modernidad. Su gran ventaja es su duración. Su inconveniente reside en que no tolera ciertos productos de limpieza, en especial los abrasivos, por lo que es necesaria la aplicación de ciertos cuidados especiales.

Melamina

Se trata de un material consistente en una lámina tratada con resina y prensada sobre un tablero de aglomerado. Es un acabado muy versátil, dado que puede realizarse en diversas tonalidades. Además, es una de las opciones más demandas, dado que es el material más económico, adaptable y combinable.

Estratificados

Fundamentado también sobre láminas prensadas y aglomerado, se diferencia de la melamina por su mayor rigidez y resistencia, además de tratarse de un material muy fácil de cuidar. Por su composición resiste el fregado, el roce y los productos de limpieza más comunes. Aunque su acabado suele ser liso, existe una amplia gama de colores, a los que se puede añadir cantos de otros materiales.

Como ventaja hay que resaltar su gran adaptabilidad a los espacios, lo que lo convierte en uno de los materiales preferidos para acondicionar cocinas pequeñas. Pero, también, hay que destacar que el estratificado es uno de los acabados más asequibles al bolsillo.

Lacados

Estos acabados presentan algunos inconvenientes porque la resistencia al roce y a los golpes es menor que la de otros materiales. Por el contrario se trata de un acabado muy elegante que en tonalidades claras ofrece la sensación de disponer de un espacio más grande. También requiere un proceso de fabricación complejo y largo, lo que da a lugar que sea un material más cotoso.

Metálico

Su carácter moderno está asociado a una estética marcadamente industrial, por lo que puede resultar difícil de combinar en determinados estilos y ambientes. Su adaptación a los espacios es la que menos alternativas ofrece.

Polilaminado

Aunque se trata de un tipo de material novedoso en el mercado, es de los más requeridos para el acondicionamiento de cocinas. Se trata de una especie de folio conformado por componentes plásticos y poliuretanos, los cuales se prensan sobre un tablero aglomerado muy denso.

Su mayor ventaja reside en que existe una gran variedad de colores y acabados. Además, al tratarse de un material moldeable, ofrece la posibilidad de ajustarse a la perfección a espacios reducidos o irregulares. También sobresale su relación entre calidad y precio.

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