La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y muchas personas aprovecharán estas fechas para pasar fuera de sus domicilios estas vacaciones. Al coincidir con la llegada del buen tiempo, las playas y las zonas rurales se convierte algunos de los destinos preferidos.
Si la opción elegida es el alquiler de una vivienda rural es importante poder comparar precios y características para encontrar la opción más ventajosa. Veamos con ayuda de la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa, AL-ANDALUS, lo que deben saber quienes opten por alquilar una vivienda rural:
– No todas las casas que se alquilan como casas rurales lo son. Para que una vivienda pueda denominarse turísticamente como «casa rural» o alojamiento de agroturismo debe haber sido declarado como tal por la Administración competente, y ha de reunir una serie de requisitos, como estar situada en el medio rural y tener unas características de construcción, ubicación y tipicidad.
– Una de las obligaciones de quienes gestionan las casas rurales es anunciar o informar a los usuarios, previamente, sobre las condiciones de prestación de los servicios y de su precio.
– Los responsables de estas casas, como empresarios turísticos, tienen que cumplir otra serie de obligaciones, entre ellas la de no contratar más plazas de las que puedan atender en las condiciones pactadas.
– En caso de incurrir en sobrecontratación estarán obligados a proporcionar alojamiento a los usuarios afectados en otro establecimiento de la misma zona, de igual o superior categoría y en similares condiciones a las acordadas. De igual modo, los gastos de desplazamiento hasta el establecimiento definitivo de alojamiento, la diferencia de precio respecto del nuevo, si la hubiere, y cualquier otro que se origine hasta el comienzo del alojamiento, serán sufragados por el establecimiento sobrecontratado.
– El usuario tiene derecho a que le faciliten los bienes y servicios con la máxima calidad en los términos contratados, de acuerdo con la categoría del establecimiento.