¿Buscas piso para vivir fuera de casa mientras estudias? Aunque la incertidumbre ha hecho que el mercado estuviese más parado, según los expertos inmobiliarios parece que el ritmo vuelve a acercarse al de años pasados. Sin embargo, hay una importante novedad. Este año, ante la posibilidad de que los rebrotes obliguen a un nuevo confinamiento de la población, los alquileres pueden incluir una nueva garantía; la llamada cláusula covid-19. Pensada para proteger al inquilino (pero también al propietario), permite rescindir el contrato si se suspenden las clases presenciales y el estudiante decide marcharse. Así, el estudiante no debe pagar una casa en la que no va a vivir y el propietario puede recuperar la vivienda y volver a ponerla en alquiler.
Cláusula covid-19 en alquileres, ¿qué es?
Los alquileres a estudiantes están empezando a incluir una cláusula especial por si hay nuevos confinamientos, ¿en qué consiste? Es una garantía que permite que «en caso de que haya otra vez un confinamiento, los inquilinos puedan rescindir el contrato», explica Laia Comas, CEO de Inèdit Barcelona, empresa especializada en coliving. Así, el inquilino no tiene miedo a hacer un contrato largo. Y el propietario, si el inquilino se marcha, puede recuperar la vivienda y la puedo volver a poner en alquiler.
Imagen: StockSnap
La llamada cláusula covid-19 es «completamente legal», y es importante tener en cuenta varios aspectos al incluirla en un alquiler:
- Deben estar de acuerdo ambas partes, como indica Comas. Lo más probable es sea el inquilino quien plantee la inclusión de esta cláusula en el contrato de arrendamiento que vaya a firmarse. Y el arrendador, «atendiendo a las circunstancias (tipo de contrato, solvencia, posibles inquilinos alternativos, experiencia del curso anterior, etc) quien valore si la incluye o no y en qué términos», explica Salvador Salcedo, abogado de Ático Jurídico.
- Es esencial el tipo de contrato y las clásusulas que se pacten, pues en función de esto «los estudiantes tendrán más o menos facilidades para dejar el piso antes de tiempo», como indica Salcedo.
- Es muy importante «reflejar la cláusula» en el contrato, asegura Comas.
- Aunque pueda parecer una cuestión menor, es crucial la redacción que se dé a la posible cláusula covid-19, «para que aporte soluciones concretas y no genere problemas de interpretación», apunta el abogado.
¿Hay más exigencias ahora para alquilar?
En el contexto actual puede ser conveniente solicitar más garantías para que el propietario pueda asegurarse que los inquilinos cumplirán con los compromisos económicos que se pacten, explica el abogado. Sin embargo, Laia Comas estima que no deben exigirse más garantías sino que lo importante ahora es adaptarse a la situación y primar la flexibilidad, pues «no tendría sentido poner más barreras, sino flexibilizar al máximo».
En caso de solicitarse, las garantías dependerán del tipo de contrato elegido y la solvencia que acrediten los inquilinos, según señala Salcedo. Algunas de estas pueden ser:
- Padres como fiadores: dado que los estudiantes por lo general no tienen una nómina ni bienes con los que responder, lo habitual es que sean sus padres los que firmen el contrato como fiadores solidarios de sus hijos. De este modo el contrato lo firmarán los estudiantes (inquilinos) y sus padres (fiadores).
- Cantidad en metálico como garantía adicional: otra posibilidad es solicitar además de la fianza legal (cuyo importe varía en función del tipo de contrato) una cantidad en metálico como garantía adicional. No obstante, si se opta por un contrato de alquiler de vivienda dicho concepto (garantía adicional) estará limitado a dos mensualidades de renta.
¿Me puedo marchar sin vaciar el piso de alquiler?
No es la situación deseable, pero si los rebrotes continúan o hay más oleadas importantes, no se descartan nuevos confinamientos y la vuelta de las clases online para estudiantes. En este caso, muchos volverían a sus localidades de origen y dejarían el piso de alquiler. ¿Qué sucede si marchan deprisa sin desalojar por completo la vivienda? ¿Se rescinde el contrato o sigue en vigor? ¿Qué medidas puede tomar el casero?
En principio, las medidas que puedan adoptarse dependerán del tipo de contrato escogido y de las cláusulas que se pacten. En todo caso, si los inquilinos deciden marcharse, deben proceder a la devolución del piso al propietario para que pueda entrar en el inmueble y volver a alquilarlo. Y debe estar vacío.
Si te marchas sin haber vaciado tu habitación y sin limpiar tus pertenencias, «hay agencias que dan un servicio extra, empaquetan todas las pertenencias y las envían por mensajero a la dirección que hayan dado», aclara Laia Comas. Así se puede finalizar el contrato, «pues si el piso no está vacío no se puede». Y, si no se devuelve el piso, «el propietario tendrá que plantear el desahucio», indica Salcedo.
Imagen: congerdesign
Cláusulas covid-19, no solo para estudiantes
La cláusula anticoronavirus «se puede ampliar a cualquier tipo de contrato alquiler», asegura Laia Comas, ya sea a los contratos de estudiantes como a los de trabajadores de temporada o a los alquileres tradicionales. «Es un modo interesante de que propietario e inquilino se protejan y de no tener viviendas sin utilizar», asegura.
Las cláusulas covid-19 se están planteando, además, en los alquileres de oficinas y locales de negocio. Ello es debido a que «los inquilinos temen que la actividad que allí desarrollan no pueda realizarse -como consecuencia de un posible confinamiento- y se vean en la imposibilidad de pagar el alquiler», explica Salvador Salcedo. También se contemplan cláusulas para «adecuar las rentas al volumen de negocio», dado que tras el confinamiento muchos inquilinos de locales han visto reducida sensiblemente su facturación, y no pueden hacer frente a los alquileres que pagaban.
El casero ante la covid-19 se encuentra ante una difícil disyuntiva. O intenta alcanzar acuerdos con los inquilinos o tendrá que plantear con bastante probabilidad un proceso de desahucio frente al inquilino “cuya resolución puede demorarse en el tiempo”, explica el abogado Salvador Salcedo.
Por este motivo, lo aconsejable es intentar llegar a acuerdos con los inquilinos, en caso de que se planteen problemas como consecuencia de la pandemia. Ambas partes deben intentar alcanzar “soluciones ecuánimes, y ser conscientes de que lo más razonable es repartir equitativamente los perjuicios que la pandemia trae consigo”, asegura.