La crisis estadounidense de las hipotecas «subprime» no ha afectado a las entidades españolas, según ha constatado el Banco de España. Pero no estamos libres de riesgo porque, aunque sean las menos, en nuestro país también existen créditos de este tipo.
La mayoría de bancos y cajas que operan en España comercializan estos préstamos de alto riesgo a través de marcas «blancas» de la propia compañía o de una surgida mediante la agrupación de varias entidades, principalmente cajas de ahorros. Suelen conceder créditos de tipo «subprime» para intentar resolver una grave situación económica de un cliente, en lugar de tener que afrontar un contencioso judicial largo y poco rentable.
Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Santander Central Hispano, afirma que «los criterios por los que una hipoteca se considera ‘subprime’ en los países anglosajones se pueden aplicar perfectamente a España».
El negocio «subprime» del Santander se realiza a través de su financiera Santander Consumer Finance, siempre para refinanciar o reunificar la deuda de clientes morosos. El volumen de crédito que se concede a estos clientes va desde un 45% del valor de tasación de su vivienda hasta un máximo del 75%, siempre en función de los pagos retrasados que tenga y del ratio máximo de endeudamiento respecto a su salario, establecido entre un 40% y un 60% de su sueldo.
En su memoria correspondiente al ejercicio 2006, el Santander explica que éste es uno de los nuevos negocios desarrollados en España, y añade que «su impulso ha contribuido a elevar el crecimiento de la nueva producción del crédito directo hasta un 36%».
Reagrupar préstamos
Celeris Servicios Financieros, una entidad participada por 20 cajas de ahorros de toda España, reagrupa la deuda de clientes de estas cajas que han tenido algún tipo de incidencia de morosidad. A estos clientes se les obliga a cancelar todos sus préstamos y a reagruparlos en uno que puede alcanzar como máximo el 70% del valor de tasación de su vivienda con dos o tres cuotas pendientes o retrasos y dependiendo del ratio de endeudamiento respecto al salario. Cuando el cliente ya está inmerso en un proceso judicial, lo máximo que le conceden es una hipoteca del 50% o del 55% del valor de tasación de su casa y con un interés del euríbor más seis puntos.
Caixa Galicia, por su parte, tiene su propia marca para refinanciar deuda: CXG Crédito Familiar. Bajo esta firma, realiza reagrupación de deuda que, sin ningún tipo de morosidad, puede alcanzar hasta el 80% del valor de tasación de la vivienda del cliente. Cuando se observa algún tipo de incidencia, esa tasación se queda en el 65% del valor de la casa y el interés que se cobra es el euríbor más 2,5 puntos; si hay algún proceso judicial por medio se rebaja al 50%, y el tipo de interés se eleva al euríbor más 3,5 puntos, mientras que si hay procedimiento ejecutivo el tipo aplicado es el euríbor más 4,5 puntos.
Deutsche Bank, que ha reconocido estar afectado por la crisis hipotecaria de Estados Unidos, también tiene hipotecas de alto riesgo en España a través de la firma DB Credit. Su producto más significativo es una hipoteca cuyo volumen alcanza el 120% del valor de tasación de la vivienda, pero la cuota no puede sobrepasar el 40% de los ingresos del cliente que la solicite. Admite, además, refinanciación de deuda limpia, equivalente al 100% del valor de la casa. El ratio de endeudamiento puede llegar hasta el 65% del sueldo del cliente cuando éste no haya tenido ningún tipo de incidencias de tipo moroso y disponga de un contrato indefinido.