Cómo denunciar por ruidos a los vecinos en cuatro pasos

Desde hace años, España está considerado como el país más ruidoso de la Unión Europea y el segundo después de Japón a nivel mundial, tal y como refleja el listado mundial de ciudades ruidosas elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El tráfico, talleres, cafeterías u obras son los principales responsables del ruido en la calle.

Pero el ruido también puede estar en tu edificio, si tienes vecinos molestos. En este caso, la situación es aún peor y puede llegar a convertirse en insoportable, pues a veces no es posible concentrarse, descansar ni relajarse.

Sin embargo, no todos los ruidos son denunciables. La clave para saber si se puede denunciar está en si las molestias que se ocasionan son admisibles dentro de la tolerancia normal socialmente aceptada por cualquiera, ya sea por la intensidad o por la cantidad de ruidos. Así, si la guitarra eléctrica del vecino no te deja dormir o si vives sobre una sala de fiestas no insonorizada, podrás denunciar al causante del ruido.

➡️ ¿Cómo hacerlo? ¿Puede denunciar un solo vecino o es preciso que lo haga la comunidad de propietarios en conjunto? Caben ambas posibilidades. Lo deseable, como señala Ricardo Ayala, abogado especialista en ruidos, es lo siguiente:

• Ponerlo en conocimiento directo e inmediato al agente contaminante. Es decir, explicarle al vecino que sus ruidos te molestan.
• Si no reacciona, debes comunicarlo a la comunidad de propietarios para que se trate el conflicto en una reunión. «Y, si no se soluciona, que sea la comunidad la que nos defienda», comenta el abogado.
• Pero si esta no lo asume, «se puede y debe demandar, ya sea un solo perjudicado o un grupo de vecinos afectados», detalla.
• Si no se obtiene una pronta solución, se debe presentar demanda ante los tribunales.

Siempre es posible llamar a la policía si los ruidos son excesivos o recurrentes. En todo caso, lo más conveniente recurrir antes a otro tipo de soluciones menos drásticas.

Por supuesto, en caso de que los ruidos que se escuchen correspondan a peleas o cualquier tipo de violencia, sí es importante llamar a teléfonos de emergencia, como el 112 o a la Policía.

Imagen: mosambers

Siempre es deseable mantener una charla con el vecino que hace los ruidos, indicándole las molestias que provoca. En muchas ocasiones, el vecino ruidoso no es consciente de los hechos y, cuando se los señalan, cambia su conducta y la situación termina sin mayor  problema.

En todos los casos, la prueba es esencial en el juicio. Por eso, antes de demandar, hay que haber intentado acudir a soluciones más inmediatas:

• Llamar a la Policía Municipal cuando se están produciendo las molestias.
• Mantener reuniones de comunidad.
• Presentar escrito al Ayuntamiento.
• Pedir la intervención del administrador.
• Enviar escritos (burofax) de queja a quien molesta.

En el caso de que se llegue a los juzgados, debes poseer las pruebas correspondientes y tendrás, además, que estudiar la normativa municipal para saber qué nivel de ruido y a qué hora está permitido.

Como se ha comentado, resulta de gran interés llamar a la Policía Municipal para que mida el ruido. Es importante hacerlo en diferentes momentos y así contar con varios partes. Si se trata de un caso extremo, puedes recurrir a empresas especializadas en medición de ruidos para que hagan un estudio.

Hay diversas vías a las que recurrir e, incluso en ocasiones, puedes recibir una indemnización por los daños sufridos por causa del ruido.

• Vía administrativa. Es la denuncia interpuesta mediante escrito dirigido al Ayuntamiento exponiendo la causa del ruido, las horas en que se produce… En determinados casos, se pueden pedir medidas urgentes, como el cese inmediato de la actividad, y un decreto del alcalde establecerá las medidas correctoras y el plazo de ejecución. Si es una urgencia, la denuncia puede formularse ante la Policía Municipal. En caso de inactividad del Consistorio, el particular podrá acudir a la vía contencioso-administrativa.
• Vía contencioso-administrativa. Puede denunciarse la inactividad de la Administración o su actuación ilegal, reclamar indemnización por las consecuencias de sus acciones u omisiones…
• Vía judicial civil, contra el causante de los ruidos. Es una demanda ordinaria reclamando daños o perjuicios por culpa o negligencia. Si el causante del ruido vive de alquiler, el propietario del piso puede resolver el contrato de arrendamiento; si es propietario, la comunidad puede entablar un procedimiento judicial para conseguir la cesación de la actividad. En casos extremos, se le puede privar, de forma temporal, del derecho al uso de la vivienda.
• Vía judicial penal. Si el ruido es una fuente de grave riesgo para la salud, se debe presentar denuncia o querella ante el juzgado. Es conveniente contar con testigos y certificados médicos que hagan constar el efecto posible de los ruidos sobre la salud. La condena para el autor de los ruidos puede ser de entre dos y cuatro años de prisión, inhabilitación para ejercer oficio y cierre del local ruidoso. Además, se puede reclamar indemnización por daños y perjuicios.

La mayoría de los ayuntamientos tienen modelos de reclamación por ruidos, entre ellos el de Madrid, que dispone de una web para tramitar una denuncia por ruidos externos o internos.

¡Ojo! Conviene tener en cuenta que puedes denunciar a cualquier vecino: al de arriba, denunciar un gimnasio o a un restaurante ruidoso… Las denuncias por molestias entre vecinos deben hacerse directamente a la Policía Municipal en el momento de producirse.

En todos los casos, debes aportar:

• Nombre, dirección y teléfono del denunciante.
• Datos de quien emite el ruido.
• Exponer los hechos.
• Es importante contar con testigos.
• Aportar un peritaje acústico.
• En caso de sufrir una dolencia provocada por el ruido, incluir en la denuncia un certificado médico. Cómo afecta el ruido al corazón

Si tienes intención de poner una denuncia judicial, además de contar con pruebas, testigos, etc., conviene contar con los servicios de un abogado.

Las ordenanzas municipales son el documento donde se recoge el horario en el que se pueden hacer ruidos en un inmueble, pues es una competencia de los ayuntamientos. Aunque puede haber diferencias entre localidades y autonomías, en realidad son similares y, mayoritariamente, se permite hacer ruido:

• De lunes a viernes: desde las 8:00  o 9:00 hasta las 21:00 o 22:00 horas.
• Festivos y fin de semana: durante menos horas, en general de 9:30 o 10:00 a 21:00 horas.

Puedes consultar el horario exacto de tu localidad en el ayuntamiento o bien preguntar al presidente de la comunidad de propietarios (en muchos edificios, el horario está indicado en el tablón de anuncios).

En ocasiones, la comunidad de propietarios decide un horario concreto, pero —aunque conviene respetar las normas acordadas entre todos los vecinos— no es de obligado cumplimiento, sino que rigen los horarios establecidos por el ayuntamiento.