Internet se ha convertido en la herramienta estrella de nuestro día a día. A través de ella, podemos hacer casi todas nuestras actividades cotidianas: desde transferencias bancarias hasta la compra en el supermercado. Por ello, en 2019 no es de extrañar que podamos vender nuestra vivienda desde la comodidad de nuestro sofá gracias a la Red. Pero no todos los pasos podremos llevarlos a cabo a distancia. ¿Cuáles se pueden hacer online sin problema? En este artículo hacemos un repaso.
1. Poner precio al inmueble
El proceso de vender un piso tiene varias etapas, pero todo empieza en el momento en que tenemos que poner precio a la casa. La tarea, a simple vista sencilla, se complica cuando debemos equilibrar nuestro lado emocional y racional. Y es que, por mucho que creamos que la vivienda debe tener un alto coste, es muy posible que la estemos sobrevalorando. Así opinan la mayoría de los expertos del sector, quienes señalan que uno de los grandes problemas que se encuentran es que los propietarios tasan los pisos por encima de lo que se venden en el mercado.
Para evitar poner un precio más alto, que provoque que la venta se alargue mucho en el tiempo, conviene recurrir a un profesional para que nos la tase. En este sentido, lo convencional es que acudan a nuestra vivienda para valorarla y nos den una horquilla de importes con el que trabajar.
Pero si todavía no hemos decidido si queremos vender por libre o con agencia o simplemente queremos tener una primera idea del precio que podemos ponerle al piso sin pagar por ello, podemos recurrir a Internet para conseguir una tasación gratuita. Gracias al proptech, existen diversas compañías que nos darán una valoración estimada basada en los datos que proporcionemos, así como en los del catastro y en el coste por el que se están vendiendo inmuebles similares en la zona.
2. Anunciar el piso a bombo y platillo
Con un precio en mente, ya podemos plantearnos buscarle nuevo dueño a nuestra propiedad. Para ello, la Red será nuestra mejor aliada. Si salimos a la calle y miramos las fachadas de los edificios, notaremos que no hay tantos carteles de «se vende» como hace años. Esto se debe a que la mayoría de las inmobiliarias y particulares apuestan por los portales inmobiliarios.
Por lo tanto, el segundo paso para vender nuestro piso, que podemos hacer desde el sofá o en la hamaca en primera línea de playa, es poner el anuncio. Estas webs son muy intuitivas, por lo que no nos llevará demasiado tiempo. Eso sí, debemos ser listos y pensar bien todo lo que queremos poner y elegir bien las palabras.
Imagen: manbob86
¿Cómo? Es importante señalar cuántas habitaciones tiene o si el edificio dispone de ascensor, pero más, utilizar el espacio de texto libre para remarcar los puntos que la hacen una vivienda que merece la pena visitar: si es exterior o cuenta con vistas a una zona bonita, si el barrio está bien comunicado o tiene espacios verdes…
Y no pueden faltar las fotografías. Una imagen vale más que mil palabras, con lo que es vital que las instantáneas muestren lo mejor del inmueble. Así, la primera instantánea siempre será la de la mejor estancia, habitualmente el salón. Una habitación grande, bien iluminada y ordenada constituye el mejor reclamo para captar la atención de los compradores. Por supuesto, el resto de las imágenes deben seguir esta línea, con lo que antes de hacer las fotografías debemos poner orden en la casa.
3. Vender con un profesional, también desde Internet
Con la tasación hecha y el anuncio puesto, solo nos queda esperar a posibles interesados que quieran ver el piso. Pero si no nos vemos con temple para llevar nosotros mismos todo el proceso, podemos contratar los servicios de una inmobiliaria online.
En España aún este mercado está en pañales, pero ya empieza a coger fuerza gracias a la flexibilidad de los planes de algunas de ellas. Y es que, a diferencia de las inmobiliarias tradicionales, las online nos permiten formar parte del proceso de venta y, a la vez, nos ahorramos un buen pellizco en comisiones.
Para hacernos una idea, las agencias tradicionales cobran una comisión de entre el 3 % y el 5 % de la venta; es decir, por una vivienda de 150.000 euros se llevarían entre 4.500 euros y 7.500 euros. En cambio, las proptech la venden con una retribución de entre 900 y 4.000 euros. La diferencia de precio en este tipo de agencia dependerá tan solo de los servicios que contratemos.
En definitiva, vender un piso por Internet hoy en día es bastante fácil y nos permite ahorrar tiempo y dinero.