Hoy en día, nuestros mayores tienen la posibilidad de vender su casa y seguir viviendo en ella. Es decir, pueden deshacerse de su patrimonio inmobiliario, pero no del todo, pues pueden continuar en sus hogares de toda la vida como usufructuarios y, a la vez, conseguir la liquidez que necesitan para vivir con tranquilidad hasta el fin de sus días. No obstante, como reconocen los expertos en las siguientes líneas, no son operaciones inmobiliarias sencillas, por lo que el asesoramiento del propietario y el comprador conviene que se realice con profesionales de confianza.
Imagen: George Becker
Vender la vivienda y convertirse en inquilino vitalicio de ese inmueble que antes se tenía en propiedad es una operación compleja. Por eso, todos los especialistas consultados coinciden en que por la complejidad de las fórmulas para vender una casa y no tener que marcharse, es necesario contar con un asesoramiento profesional que garantice que la contratación se lleva con las máximas garantías legales, formalizándose ante notario e inscribiéndose en el Registro de la Propiedad.
Así, por ejemplo, para la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias Vascas (EKA/ACUV), «estos productos financieros-inmobiliarios pueden ser interesantes, pero antes de decidirse por cualquiera de ellos hay que estudiarlos a fondo, cada cual en función de sus condiciones».
Por su parte, José Luis Polo, vocal del Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (CGCOAPI), también considera que es una «operación interesante, que puede resultar beneficiosa». Pero también lo ve como «un negocio difícil para quien no tenga experiencia, pues no hay dos casos iguales. Se tratan temas delicados, con importantes cantidades económicas, sujetas a fiscalidad, impuestos, normativas… Es una operación para especialistas que necesita de discreción. Vender tu casa para contar con liquidez es un síntoma de debilidad del que una persona sin demasiados escrúpulos puede aprovecharse. Por eso, lo conveniente es asesorarse con personas de confianza, como un agente de la propiedad inmobiliaria con seguro de responsabilidad civil y con experiencia en este tipo de negocios», señala el también presidente del Colegio Oficial API de Gipuzkoa.
Para Nacho Espejo, de Kategora Real Estate, es primordial «leerlo todo bien para que no haya letra pequeña y, sobre todo, hacer números. Nosotros hacemos simulación y ven cómo será el ciclo de la operación y evolucionará su dinero a un plazo determinado con todos los parámetros (inversión, ahorros, ingresos futuros posibles, etc.)».
Además, la directora de atención al cliente del Grupo Retiro, Mar Villa, incide en que «es muy importante el asesoramiento fiscal y jurídico para solventar situaciones previas a la contratación (herencias, donaciones, disoluciones de condominio, cancelación de hipotecas, etc.) y es fundamental ofrecer un servicio postventa como el de su empresa, dando soporte a las personas mayores y sus familiares en cualquier gestión». También ve «elemental» el asesoramiento para que el inversor tenga «la seguridad de que las condiciones de la operación se han calculado utilizando criterios actuariales y una correcta valoración de los activos inmobiliarios» y considera que «el asesoramiento fiscal es también fundamental, pues algunos productos presentan particularidades muy especiales en función de si el inversor es una persona física o jurídica».
Cuando el inquilino de renta antigua es mayor
Las personas mayores, su edad y su salud también son el mejor reclamo en una venta de un piso con renta antigua. En estos contratos de alquiler firmados antes 1985, el inquilino está sujeto al régimen de prórroga forzosa, es decir, que es un alquiler casi vitalicio, blindado por ley hasta su muerte, con una renta muy por debajo del precio del mercado. El porcentaje de hogares en esta situación se mantiene en los últimos años en el 2,5 %, según el Observatorio de Vivienda y Suelo de 2017.Si el casero quiere vender, el mantenimiento del uso y disfrute se traslada al comprador, así que para deshacerse del piso lo ofrece más barato que el precio de mercado y así compensar los años que deberá esperar el inversor para disponer de él. De ahí que esas casas con «bicho» sean interesantes para inversores que no les importe el plazo o padres que quieran dejar el piso a sus hijos. «Probablemente, el inquilino tendrá derecho de adquisición preferente, por lo que la oferta dependerá de su edad y de si se atreve a comprarla. Y puede ocurrir que en el contrato figure que el inquilino tiene derecho a hacerse con él a un precio determinado. Hay que tener cuidado cómo se plantea ese negocio», advierte José Luis Polo.