En la actualidad, si queremos hipotecarnos a tipo fijo para pagar la misma cuota todos los años por nuestra casa, el banco nos puede ofrecer unas buenas condiciones sobre el papel: un interés de alrededor del 1,50 % o hasta por debajo, un plazo de devolución máximo de 30 años, pocas o ninguna comisión. Ahora bien, que su propuesta parezca barata no significa que no podamos mejorarla, si negociamos o si acudimos a otras entidades financieras. A continuación, encontraremos varios consejos que nos ayudarán a financiar la compra de nuestra vivienda con la hipoteca fija más atractiva posible.
1. Pide financiación a varias entidades
Lo primero que tenemos que hacer es pedir la hipoteca fija a varios bancos: al nuestro de toda la vida y a otras financieras. Es posible que la entidad en la que tenemos nuestra cuenta principal nos ofrezca unas buenas condiciones, pero siempre es aconsejable explorar el mercado para ver si existen mejores opciones.
En ese sentido, lo recomendable es acudir a un mínimo de tres entidades, aunque cuantas más visitemos, más probabilidades habrá de dar con una mejor oferta. También es buena idea pedir financiación a los bancos online, pues son los más agresivos dentro del sector de las hipotecas fijas (brindan los tipos más bajos para hacerse un hueco en el mercado). Hay que recordar que no estamos obligados a firmar con ninguna de estas entidades, así que no perdemos nada por tramitar la solicitud.
Cuando hayamos reunido las propuestas de varios bancos, las podremos comparar para ver cuál nos saldría más a cuenta y nos podremos quedar con la financiera que nos parezca más adecuada.
2. Haz que los bancos se peleen por ti
Tras comparar las ofertas de varios bancos, también es aconsejable negociar con cada entidad para ver si nos mejorarían las condiciones propuestas en un inicio. Por ejemplo, podemos pedir que nos rebajen el tipo de interés aplicado, que nos hagan contratar menos productos adicionales o que nos quiten comisiones.
Para que la negociación tenga éxito, podemos hacer que varias financieras se peleen por retenernos. Lo idóneo, en estos casos, es acudir a varios bancos con una oferta mejor de otro. De este modo, si no nos quieren perder como clientes, es posible que nos hagan una contraoferta que supere a la de la competencia.
Por lógica, cuanto más solventes seamos, más probabilidades tendremos de llegar a un nuevo acuerdo con una entidad. Los bancos se muestran más abiertos a mejorar las condiciones a clientes con un buen salario, con trabajo muy estable (funcionarios o personas que trabajen en sectores al alza como el tecnológico) y sin deudas.
Imagen: AlexanderStein
3. Ten cuidado con la ‘letra pequeña’
Y si no queremos pagar más de la cuenta por nuestra futura hipoteca fija, tendremos que leer bien sus condiciones para asegurarnos de que no tenga gastos adicionales. Y es que por muy bajo que sea el interés, el préstamo puede incluir otros costes que disparen el precio del producto: servicios adicionales, comisiones…
- Debemos mirar si el interés de la hipoteca está bonificado, es decir, si está rebajado por contratar otros productos del banco (seguros, tarjetas, etc.). Si lo está, tendremos que revisar si esos servicios cuestan dinero y valorar si merecería la pena suscribirlos a cambio de obtener un tipo más reducido.
- Siempre que sea posible, es aconsejable evitar cualquier comisión: de apertura, de amortización anticipada (por pagar por adelantado), de subrogación (por cambiar la hipoteca de banco)… Si el banco incluye alguno de estos cargos en nuestra hipoteca, podemos tratar de negociar para que los elimine.