La financiación colectiva o crowdfunding puede ser la respuesta cuando se quiere comprar una vivienda pero el banco no concede la hipoteca que se necesita para ello. Pero ¿cómo adquirir una casa a través de pequeños préstamos de particulares? La vía es a través de las plataformas online que se dedican a la economía colaborativa. En este artículo se explica qué es el crowdfunding para comprar un piso, cómo participar y de qué manera usar este tipo de plataformas sociales para rentabilizar los ahorros.
¿Y si el futuro de los préstamos hipotecarios reside en las plataformas de crowdfunding o microcréditos entre particulares? Si usted es de las personas que tienen esta opinión, debe saber que se están sentando las bases para que los usuarios se beneficien de la denominada financiación social y comprar inmuebles a través de ella. El crowdfunding para adquirir casas es un modelo en fase de desarrollo, que está lanzando las primeras propuestas.
Crowdfunding para comprar una casa, ¿qué es?
El crowdfunding para comprar una vivienda es algo tan sencillo como un acuerdo entre dos partes, sin intermediarios financieros, como fórmula para abaratar los costes de la operación; solo que la segunda parte son muchos pequeños mecenas o prestamistas particulares. ¿Cómo? Por medio de plataformas online de usuarios que permiten a los demandantes obtener un crédito hipotecario sin la necesidad de recurrir a los bancos. Es decir, el dinero se logra a través de parte de la población que desea obtener un mejor retorno a sus ahorros.
No todo es tan sencillo como puede parecer al principio. Porque, en efecto, hay que exponer el proyecto que se quiere financiar, en este caso la compra del piso, con toda clase de detalles. Pero sobre todo lo más importante: cómo se devolverá el dinero y bajo qué condiciones. Si ambas partes están de acuerdo, los interesados recibirán su dinero a cambio de reembolsarlo en los plazos acordados.
Comprar una casa por crowdfunding, ¿cuál es el coste de la financiación?
En caso de lograr un préstamo en estas plataformas, la operación será más asequible que por medio de canales oficiales de financiación, ya que solo cobran una comisión por este servicio en torno al 5% de la cantidad.
¿Qué plataformas online permiten hacerlo? De momento no son muchas, más bien todo lo contrario, pero las primeras propuestas están aterrizando en los proyectos colaborativos.
Es el caso de Hellomerci. A través de este canal pueden financiarse hipotecas. El requisito para acceder a este sistema es que el demandante tiene que abrir una página en la que describa su proyecto con toda precisión y la cifra requerida. Si es concedida, recibirá el importe, mientras que los prestamistas percibirán sus devoluciones todos los meses.
Bajo estas directrices se maneja otro proyecto colaborativo como el que representa Lanzanos. Será necesario mandar la propuesta y tener un poco de suerte para que un particular acepte la operación.
Otra variante muy especial del crowdfunding es la vinculada al pago de las deudas de los inquilinos que se encuentran al borde del desahucio. A través de la plataforma Doafund se obtienen donaciones para cumplir con esta finalidad.
Crowdfunding inmobiliario para invertir
¿Y los prestamistas de la compra de una vivienda? En efecto, se puede participar en la adquisición de un inmueble desde solo 50 euros.
La mecánica es a través de una start-up (empresas pequeñas que se financian con el capital aportado por inversores a cambio de un porcentaje de la compañía), que actúa como intermediaria entre los promotores y los inversores. De este modo, el inversor entra como accionista de la sociedad. Como consecuencia de esta innovadora propuesta, el prestamista puede ganar dinero a medio y largo plazo con una rentabilidad media estimada que ronda el 6%.
El crowdfunding más básico son los créditos entre particulares que sirven para recabar financiación para los gastos más inmediatos. Ofrecen importes bajo unas condiciones más benévolas que a través de las líneas de crédito más convencionales. Por un lado, los demandantes reciben el dinero con un tipo de interés más bajo y, por otro, los donantes obtienen un mejor rendimiento para sus ahorros.