¿Pensando en fabricar su propia vivienda? La opción puede resultar más barata que comprar una casa de características similares, dicen los expertos. Pero, ¿cuánto cuesta levantar un hogar en España? Para saber la respuesta y elaborar este artículo, ha hecho falta coger la calculadora. Conozca cuánto vale adquirir una parcela y cuáles son los gastos en materiales y construcción, el pago del notario y el honorario de los arquitectos. Además, se detallan las características de las hipotecas para construir una casa.
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¿Cuánto cuenta comprar un terreno?
Comprar un terreno para construir una casa implica un gasto que se llevará algo más del 40% del presupuesto, y eso siempre que la operación se realice con un buen precio. El coste de una parcela edificable no siempre es el mismo, sino que depende de su ubicación y de las cualidades del entorno. El importe oscila desde 100 euros por metro cuadrado de suelo en las zonas más habitadas de Cantabria a casi cuatro o cinco veces esta cantidad (400-500 euros por metro cuadrado) en algunas áreas de la sierra madrileña.
De esta manera, para levantar una casa de 100 metros cuadrados en una región de precio intermedio, habría que desembolsar sobre los 30.000 o 40.000 euros (en viviendas sin jardín adicional). A esta cantidad se le añadirán otros gastos por diferentes conceptos.
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Materiales y construcción
Además de la adquisición de la parcela, otros pagos irán para la planificación de la obra: materiales, mano de obra, trámites administrativos, etc. A fin de ajustarse al presupuesto, la mejor opción es demandar varios presupuestos para la edificación de la vivienda. Las diferencias pueden ser muy importantes y, por tanto, escoger bien es una fuente de ahorro fundamental para rentabilizar la operación.
Los costes de la ejecución de la casa, según el Colegio Oficial de Arquitectos de Segovia, pueden elevarse hasta 700 euros por metro cuadrado. No es un importe estático, sino que puede diferir en función del proyecto y del desarrollo del mismo, ya que contempla la estructura, fachada, ventanas, etc.
Para la edificación del ejemplo anterior, el importe será próximo a 70.000 euros, a lo que se le sumaría entre 10.000 y 20.000 euros en el gasto de materiales, según apuntan desde diferentes constructoras consultadas.
Notario y arquitectos
La compra de los terrenos y la realización de la obra no son todos los costes. Hay otros desembolsos que se incluirán en el balance de la operación. Construirse una casa también requiere de una serie de gastos, entre ellos, los honorarios de técnicos, certificados oficiales, licencias, notaría y su registro, que elevarán el importe final.
Los honorarios de los técnicos y otros profesionales (notarios) son de libre asignación, mientras que la licencia de los ayuntamientos se acerca al 3% del presupuesto de ejecución de las obras. De todas maneras, y a título orientativo, los honorarios de los técnicos y notario para una vivienda en torno a 100 metros cuadrados pueden suponer casi el 10% sobre el presupuesto de la obra.
Además, hay que añadir la consiguiente inscripción en el Registro de la Propiedad, con un 1% adicional.
Por estos conceptos, el pago rondaría los 10.000 euros, con lo que el inmueble tendría un coste final cercano a los 130.000 euros.
Gastos adicionales
Además, hay que contar con los gastos de la hipoteca destinada para abonar la ejecución de las obras, con el cobro de unos intereses que en estos momentos están por debajo del 2% en su diferencial con el índice de referencia europeo. El valor medio de las hipotecas para construirse una casa está muy cercano a 90.000 euros.
Para esta cantidad y con un plazo a 25 años, se abonaría una cuota mensual de 360 euros al tipo de interés actual. La operación costaría sobre los 110.000 euros, intereses incluidos.
Los bancos tienen créditos hipotecarios para que sus clientes puedan levantar una vivienda. Sus intereses son similares, pero las restantes cláusulas son más beneficiosas: presentan unos plazos de amortización más cortos, en torno a 20 años como máximo.
La flexibilidad de estos productos financieros es otra de sus ventajas, ya que hay un mayor margen para la negociación, incluso con la posibilidad de eliminar cualquier clase de comisiones y otros gastos en su gestión.
También está la libertad de elección. Puede elegirse entre un interés fijo a variable, con la opción de contabilizar un breve periodo de carencia, una particularidad que no está presente en las restantes hipotecas.