Vender una vivienda es un proceso algo farragoso que conlleva más gastos de los previstos en un principio. No solo hay que pagar el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), sino también la cancelación por hipoteca y hasta ciertos abonos al ayuntamiento en cuestión. Entonces, ¿cuánto cuesta vender una casa? En este artículo está la respuesta, ya que hay que calcular el pago en la Declaración de la Renta, los impuestos municipales y otros gastos como la cancelación de la hipoteca.
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¿Cuánto cuesta vender una casa?
La venta de una vivienda no es gratis, ya que supone diversos gastos que es conveniente tener en cuenta. Impuestos y gastos por gestión son algunos de los desembolsos monetarios que hay que afrontar. ¿Más? Los documentos de compraventa es otro de los importes fijos que hay que asumir y que, por lo tanto, habrá que restar a las ganancias.
Vendo mi casa: ¿cómo afecta a mi Declaración de la Renta?
Una de las tasas que será necesaria afrontar es la que se refiere al IRPF, ya que hay que comunicar las ganancias generadas por esta operación en la próxima Declaración de la Renta.
La operación es sencilla: se trata de calcular la diferencia entre el valor al que se vende la casa y el precio al que se compró. En cualquier caso, siempre estará actualizado por medio de un coeficiente que varía según el año en el que se efectuó la adquisición. Esta cantidad hay que incluirla en la liquidación de las ganancias obtenidas durante el ejercicio, ya que se declara en la base imponible del ahorro de este impuesto.
Pero no siempre los vendedores están obligados a declarar esta operación inmobiliaria. Cuando la vivienda se vende por menos dinero del que se compró, no habrá que tributarlo.
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¿Cuánto cuesta vender una casa? Impuestos municipales
Muchos vendedores de pisos desconocen que uno de los gastos que tendrán que asumir es el derivado por el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana. Tiene que gestionarse en el ayuntamiento donde esté ubicada la vivienda objeto de la operación inmobiliaria. Su cuantía es un poco más complicada de establecer: se fija en función de su valor catastral, pero también sobre los años en que se ha habitado el inmueble, así como las bonificaciones y deducciones de que hubiese sido objeto.
Es una tasa sobre las plusvalías obtenidas por este bien material y que está encuadrada dentro del sistema tributario local. Correrá siempre a cuenta de la parte del proceso encargada de la venta. Para su tramitación habrá que presentar toda la documentación en las oficinas municipales en donde esté registrado el piso. Su formalización también será necesaria en los cambios de titularidad como consecuencia de la herencia de algún familiar.
Otros gastos de vender una casa: cancelar la hipoteca y documentos
No solo los impuestos devengados encarecerán la operación de la venta. Hay otros gastos que, aunque menores, habrá que considerar.
Uno es la cancelación de la hipoteca. Si existiese una carga sobre la vivienda, no habrá más remedio que abonar esta penalización al banco y que está incluida en el contrato. Oscila entre el 0,50% y 2,00% sobre el capital demandado, aunque, por lo general, al realizar el cambio de titularidad se tiene ejecutado el crédito.
Otro gasto de vender una casa es el relacionado con los documentos que se deben formalizar (contrato de compraventa, arras, etc.). En buena parte de las ocasiones corre a cargo del propio vendedor y depende del precio en que se realice la venta: desde unos 150 euros para una compraventa en torno a 50.000 euros a algo más de 250 euros para cuantías superiores a 200.000 euros. De cualquier forma, será un gasto fijo que también podrá asumirlo el propio comprador.