La calidad de las estadísticas sobre precios de la vivienda en España «dista de estar a la altura de su importancia para el conocimiento del sector y de la economía», afirma el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, en un reciente trabajo sobre la integración en el mercado monetario europeo. A su juicio, el estudio del problema de la vivienda, uno de los más graves para los españoles, requiere de instrumentos más avanzados y fiables que los actualmente disponibles.
Actualmente, el Ministerio de Vivienda elabora una estadística con datos de arquitectos, aparejadores, notarios, registradores de la propiedad y la patronal de las tasadoras. Un conglomerado de números que no siempre casan.
Los números no casan
Las ventas de casas, según Malo de Molina, presentan panoramas absolutamente contradictorios si se tienen en cuenta los datos de notarios y registradores. La discrepancia se debe a que las transacciones suelen pasar antes por los primeros y tardan o no llegan nunca a inscribirse en los registros.
La queja del Banco de España se une a otras muchas. La más notable, la que lanzó a finales de 2005 el BBVA, que llegó a decir que la nueva estadística del Ministerio rebajaba de forma artificial los precios un 6% de media.
El endeudamiento de las familias ha crecido muy por encima del aumento de la renta disponible, hasta rebasar actualmente el 120%
Pese al esfuerzo del departamento que dirige María Antonia Trujillo, que ha ampliado las variables que ofrece sobre el mercado inmobiliario, los expertos mantienen que no más datos suponen mejor información.
Endeudamiento del sector
Respecto a la capacidad de las empresas para seguir endeudándose en aras de ganar tamaño y rentabilidad, Malo de Molina alerta sobre su endeudamiento, hasta el punto de que si el sector no frena en su búsqueda de nuevos préstamos para financiar su crecimiento puede verse abocado a un claro deterioro de su situación patrimonial.
Sobre las inmobiliarias, el Banco de España reconoce su preocupación por el hecho de que pidan préstamos como si la actual fase expansiva de la demanda de pisos fuera a prolongarse «indefinidamente». El toque de atención también alcanza a las constructoras, que en los dos últimos años han acelerado su crecimiento. Y, en concreto, estima que esa estrategia «puede llevar a niveles de endeudamiento que supongan una rémora para la generación futura de rentas y un deterioro de su situación patrimonial».
No es nada habitual que el Banco de España se dirija de manera tan clara a un sector empresarial, ya que normalmente hace sus juicios de valor en términos agregados.
El análisis de Malo de Molina es, por el contrario, mucho más suave con el endeudamiento de las familias. El Banco de España recuerda que el endeudamiento de las familias ha crecido muy por encima del aumento de la renta disponible. En concreto, de representar un 45% en 1995 hasta rebasar actualmente el 120%, claramente por encima de la zona del euro, pero todavía por debajo de Estados Unidos y Reino Unido.
El aumento de la riqueza financiera de los hogares -por la imparable subida de la vivienda- compensa esta fuerte apelación, ya que el valor patrimonial de sus inversiones (principalmente en pisos) representa ya el 800% de su renta disponible.