El Banco de España ve con «moderada preocupación» el crecimiento de la morosidad hipotecaria, que el año pasado se disparó un 33%. El gobernador de la entidad, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aseguró ayer que las elevadas tasas de crecimiento del crédito habrían desembocado en un incremento de este índice aunque no se hubiesen producido turbulencias financieras.
Durante su participación en el XV Encuentro del Sector Financiero, cuyo tema era «Necesidades de evolución del modelo de negocio de las entidades financieras españolas», Fernández Ordóñez afirmó que los niveles de morosidad que se habían alcanzado eran «excepcionalmente bajos» y que era previsible un crecimiento que «seguramente» se mantendrá en el futuro.
No obstante, el gobernador del Banco de España subrayó que los registros actuales de dudosidad continúan siendo relativamente bajos y que se mantienen lejos de los que rigen otros mercados.
Fernández Ordónez agregó que en nuestro país existen prácticas financieras que tienden a limitar el alcance de esta fuente de riesgo, como el hecho de que el incumplimiento de las obligaciones de pago de las familias derivadas de las hipotecas tienda a producirse sólo en condiciones realmente extremas.
Los motivos de preocupación podrían ser mayores en el caso de los préstamos destinados a la promoción inmobiliaria. En este caso, las pruebas de resistencia llevadas a cabo por el organismo en las entidades para calibrar mejor el alcance de este riesgo muestran que la política de provisiones permite absorber perturbaciones de magnitudes similares a las de crisis anteriores.