El director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, advirtió ayer de la sobrevaloración de la vivienda, que sitúa ya por encima del 20%, como un peligro futuro para la economía española. Sin embargo, matizó que no se producirá un agotamiento brusco del mercado inmobiliario como motor económico, sino que se observará un «ajuste ordenado y suave», si bien cada trimestre que se registra un encarecimiento «aumentan las dificultades para que la absorción del mercado sea gradual».
Malo de Molina dijo también que es evidente que se ha llegado a la sobrevaloración actual debido al continuo incremento del precio de la vivienda, aunque para él la brecha entre el «aumento justificado» y la sobrevaloración es menor que lo que ha crecido el precio de los pisos en estos años. De momento, prosiguió, «no observamos síntomas claros de que vaya a cambiar la tendencia».
El Banco de España tampoco detecta, por el momento, «ningún signo de cambio» en el nivel de endeudamiento de las familias, que presentan una posición «sólida» en cuanto a su riqueza financiera, aunque alerta de que una subida de tipos o una caída del empleo sí podría afectar a los más vulnerables.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) llamó la atención ayer sobre los riesgos que representa el fuerte incremento de los créditos hipotecarios para la estabilidad de los precios, especialmente en países como España, donde la vivienda sigue encareciéndose de forma continuada.
Rechazo de los promotores
La Asociación de Promotores y Constructores (APCE), sin embargo, rechaza que el precio de la vivienda contenga una revalorización del 20%, y recuerda que hace tres años descartó informes que calculaban este porcentaje de sobreprecio y auguraban un derrumbe del mercado. «El tiempo ha demostrado que no se ha producido», han asegurado fuentes de APCE.
Por otro lado, esta organización considera necesario que el precio de venta de las viviendas de protección oficial (VPO) suba al mismo ritmo que lo hacen los pisos libres, actualmente un 17% anual, para lograr que la construcción de este tipo de casas sea «viable económicamente».
En su opinión, el adecuado precio máximo de venta de las VPO constituye el «elemento decisivo del éxito de cualquier acción del Gobierno», principalmente del nuevo Plan Vivienda. Por ello, APCE pide al Ejecutivo que corrija el desequilibrio actual entre los encarecimientos del precio de la vivienda libre (el mencionado 17%) y el de las protegidas (un 4% en julio de 2004) a fin de, posteriormente, establecer un mecanismo de actualización anual para este último.
Para el presente ejercicio, la patronal del sector calcula que el precio de la vivienda se elevará «en torno a dos dígitos», la demanda alcanzará más de medio millón de pisos, la oferta descenderá hasta un 15% y, en consecuencia, el esfuerzo financiero «aumentará moderadamente».