El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener los tipos de interés en la zona euro en el 4,25%, pero abrió el camino hacia una próxima rebaja. El presidente de la entidad, Jean Claude Trichet, reconoció que el empeoramiento de la crisis financiera implica «riesgos extraordinarios» para el crecimiento. Los expertos interpretaron que la postura del BCE es ahora mucho más flexible, en parte porque las perspectivas de inflación apuntan a la baja, y en parte por los riesgos de recesión que amenazan a los países motores de la región.
En España, y tras adelantar que la tasa de inflación anual podría estar en torno al 3,5% a finales de año, el vicepresidente económico Pedro Solbes animó al BCE a una rebaja de los tipos. «Las expectativas de inflación a medio plazo se inclinan a la baja (en la zona euro)», dijo. «Ese es un elemento positivo y el BCE, que no es inmune a la evolución de la economía, lo tomará en cuenta», comentó.
«Atravesamos una situación que es absolutamente excepcional», advirtió Trichet en rueda de prensa, en referencia a las dificultades que atraviesa el sector bancario estadounidense y cuya onda expansiva ha llegado a Europa. Aunque el consejo de gobernadores del BCE decidió «por unanimidad» mantener el tipo de referencia sin cambios, el banquero francés admitió que había contemplado su reducción.
La rebaja del precio del dinero tendrá que esperar, porque los mercados financieros atraviesan una etapa de fuertes tensiones
Sin embargo, la rebaja del precio del dinero tendrá que esperar, porque los mercados financieros atraviesan una etapa de fuertes tensiones, apuntó Trichet, que cree que la contención de los precios del petróleo, sumado al continuo crecimiento en los países emergentes como China, «podría permitir una reactivación progresiva (de la economía) durante 2009».
Inflación
Al contrario que otras veces, en esta ocasión Trichet suavizó su discurso sobre los riesgos de la inflación. Afirmó que sigue siendo demasiado elevada, con una tasa del 3,6% interanual en septiembre, y consideró «imperativo» evitar efectos de segunda vuelta, sobre todo una espiral inflacionista que podría desencadenarse si las alzas salariales en la zona euro son demasiado elevadas.
El objetivo del BCE de tener una inflación ligeramente inferior al 2% a medio plazo podría alcanzarse «en 18 meses»
No obstante, el presidente del BCE admitió que los riesgos de una escalada de precios «han disminuido». Así, el objetivo del BCE de tener una inflación ligeramente inferior al 2% a medio plazo podría alcanzarse «en 18 meses», anticipó.
Este giro en el discurso de Trichet ha llevado a los economistas a pronosticar un recorte de los tipos de interés antes de lo previsto inicialmente. Hasta ahora, muchos creían que el BCE recortaría el precio del dinero en el primer trimestre de 2009, ahora se inclinan porque pueda hacerlo a comienzos de diciembre.
Estados Unidos tiene un riesgo muy elevado de entrar en recesión, ha advertido el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras analizar los factores que han confluido en la actual crisis financiera que atraviesa el país norteamericano.
El FMI asegura que la actual situación reúne todas las características de las peores y más largas debacles financieras de la historia. En este sentido, explica que la recesiones más profundas comienzan con turbulencias en el mercado bancario y el aumento de precios inmobiliarios, combinado con una excesiva dependencia del crédito para estimular la economía, algo que está sucediendo ahora mismo en Estados Unidos.
Para llegar a sus conclusiones, el organismo internacional estudió 113 episodios de inestabilidad financiera ocurridos en 17 países desarrollados durante los últimos 30 años. Así, comparó la actual inestabilidad estadounidense con seis crisis relacionadas con los bancos que afectaron a Finlandia, Noruega, Suecia, Gran Bretaña y los propios Estados Unidos a comienzos de 1990, y a Japón durante toda esa década. En la mitad de esas crisis estaba involucrada la banca.
Pero no todas las crisis financieras conducen a una desaceleración o recesión económica. De hecho, esto sólo ocurrió en la mitad de los casos estudiados por el FMI.
En el caso de la Unión Europea (UE), el Fondo asegura que “los balances relativamente sólidos de los hogares ofrecen cierta protección frente a una desaceleración pronunciada”.