Los mercados financieros se preparan ya para una nueva subida de tipos en junio. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, advirtió ayer que se han incrementado algunos de los riesgos para la estabilidad de precios en la eurozona debido, principalmente, al encarecimiento del crudo, así como al crecimiento del crédito en sectores como el mercado de la vivienda, por lo que aludió a la necesidad de mantener una «estricta vigilancia».
«El Consejo de Gobierno ejercerá una estrecha vigilancia a fin de asegurar que los riesgos para la estabilidad de precios en el medio plazo no se materialicen», dijo el dirigente, tras admitir que no se podía excluir una subida de tipos en el mes de junio cuando el Consejo se reúna en Madrid. Tampoco descartó una subida de hasta medio punto porcentual, una medida que marcaría un cambio radical con respecto a las variaciones de 0,25 puntos aplicadas en diciembre y marzo.
Fuera de la sede
El banquero francés recordó que no existe ninguna normativa que impida al Consejo de Gobierno del Banco modificar los tipos de interés cuando se reúne fuera de su sede central en Francfort, pese a que nunca lo ha hecho en sus siete años de existencia.
El BCE, como estaba previsto, decidió este jueves mantener el precio del dinero en la zona euro en el 2,50%, pero Trichet señaló que existe una «amplia liquidez» en la región, una certeza que obliga a la institución a llevar a cabo una cuidadosa supervisión. Por su parte, el Banco de Inglaterra también dejó inalteradas las tasas en el 4,50%.
La holgura monetaria se debe, sobre todo, «al fortalecimiento de la actividad económica y, en particular, a las fuertes tendencias de aumentos de precios en los mercados de la vivienda», explicó el presidente.
La reunión del Consejo se celebrará en Madrid pero ninguna normativa le impide modificar los tipos cuando se reúne fuera de su sede en Francfort
Además, Trichet recordó que los precios subieron en la eurozona dos décimas en abril, hasta el 2,4%, y pronosticó que las tasas anuales permanecerán elevadas, por encima del 2%, a corto plazo. La entidad considera que la tasa de inflación debe mantenerse cercana pero siempre por debajo del 2% para garantizar la estabilidad de precios en el área euro.
En la reunión de junio el BCE dispondrá de sus proyecciones trimestrales internas de crecimiento y de inflación para la zona euro. De momento, el BCE aprecia una «aceleración del crecimiento económico en el primer trimestre de 2006, tras la moderación observada en el últimos trimestre de 2005».
Trichet añadió que el mayor motor del crecimiento económico de la zona euro son las exportaciones y las inversiones y que el consumo privado sigue débil, si bien se han producido señales progresivas de recuperación en algunos países del área y se mostró confiado en que el consumo privado mejorará en los próximos meses en la media que se produzca una recuperación del empleo.