El precio de la vivienda se estancará e incluso registrará reducciones en términos reales en 2008, según apuntó ayer el G-14, lobby creado este verano por las mayores inmobiliarias del país. Además, el sector destruirá algo más de 400.000 empleos en los dos próximos años por el menor ritmo de construcción de nuevos pisos, añadió.
Esta previsión se basa en la «agudización» del ajuste gradual que venía registrando el sector por el «significativo impacto» que ha causado el estallido en agosto de la crisis de las hipotecas basura («subprime») en Estados Unidos y la consiguiente reducción de la financiación bancaria tanto a promotores como a particulares, según el grupo que aglutina a las principales inmobiliarias.
Así, se constata por parte del G-14 que la venta de pisos cayó más del 30% desde agosto, lo que supone más que duplicar la tasa de descenso de entre el 13% y el 15% que se registró en la primera mitad del año. Este hecho ya se ha trasladado a la promoción y la construcción de nuevas viviendas, que descendió en el mismo periodo un 40%, tasa que también duplica la del resto del año.
A lo largo de 2008 continuará la reducción en el número de nuevas construcciones hasta el entorno de las 490.000 unidades, con el consiguiente impacto en el empleo del sector, según indicó el grupo, que estima que ello afectará a entre 200.000 y 250.000 empleos en 2008 y en una cifra «algo superior» en 2009. No obstante, el G-14 considera que la demanda de vivienda sigue existiendo, pero que está «embalsada y expectante a que se confirmen un conjunto de circunstancias», entre las que citó la reducción del Euribor. Por ello, y por otros factores demográficos, la cifran en unas 450.000 viviendas para los próximos años.