Los propietarios de una vivienda de protección oficial (VPO) en el País Vasco que compren otro piso en el mercado libre, bien como residencia habitual o para vacaciones, tendrán que abandonarla y vendérsela al Gobierno Vasco, que pagará por ella el precio público estipulado en ese momento y la volverá a sortear a través de su Servicio Público de Vivienda (Etxebide).
Esta medida comenzará a aplicarse a finales de año y quedarán exentos de ella los titulares de VPO que ya son dueños de otro piso y los que, más adelante, consigan otro inmueble a través de una herencia.
«El objetivo es garantizar el uso social de la VPO», explicaron fuentes del citado departamento. «Si la vida le sonríe al propietario de un piso protegido y decide adquirir otro en el mercado libre, perfecto. El Gobierno Vasco le compra el primero a un precio actualizado y lo pone a disposición de Etxebide para que se lo adjudique a alguien que lo necesite».
Vivienda impondrá la misma restricción a las VPO y a los pisos tasados autonómicos y locales, que son algo más caros que los inmuebles anteriores, pero también se adjudican por sorteo y tienen una calificación pública permanente; es decir, no se pueden vender entre particulares.