España registra un «stock» de viviendas nuevas sin vender de 800.000 unidades, lo que equivale a un 3,2% del parque total, según datos de CatalunyaCaixa a cierre de 2010. Ello supone que el excedente se mantiene constante respecto al mismo periodo de 2009, debido a la caída tanto de la oferta como de la demanda.
Estos datos figuran en un informe sobre el sector inmobiliario en Cataluña y España que ha presentado esta semana en Barcelona el director de la división inmobiliaria de CatalunyaCaixa, Eduard Mendiluce, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y director del informe, Josep Oliver, y el director del servicio de estudios de la entidad, Xavier Segura.
Este informe pone de manifiesto que el 85% de la vivienda nueva pendiente de venta en España se concentra principalmente en el área de la costa mediterránea, así como en Madrid, Castilla y León y algunas zonas del norte de España. Oliver lo atribuyó al gran peso de las segundas residencias y apartamentos turísticos en la costa, sobre todo en Castellón, donde el año pasado se incrementó el parque de obra nueva en 12.000 unidades (+12,6%), debido a que se han terminado las promociones iniciadas en 2007 y 2008.
Sevilla, Alicante, Toledo, Almería y Murcia también se sitúan entre las provincias con un mayor número de vivienda nueva por vender, mientras que Barcelona es la que menos parque nuevo pendiente de venta acumula, por lo que Oliver concluyó que el ajuste de precios debe ser «radicalmente diferente» en la capital catalana, donde falta oferta para la demanda existente, que en el litoral mediterráneo. En el conjunto de España, el volumen de obras iniciadas en 2009 y en 2010 condiciona una entrada en el «stock» de unas 150.000 viviendas en 2011 y unas 125.000 en 2012, cifras que se sitúan ligeramente por debajo de la previsión de nuevos hogares a medio plazo, estimada en unos 138.000 por año hasta 2015. Así, de un excedente de 695.000 viviendas principales a finales de 2010 se pasaría a un «stock» de 186.000 en 2015.
Oliver auguró que a partir de este año se eliminará el «stock» en la mayor parte de provincias, lo que generará necesidades de nueva producción en un gran número de territorios, sobre todo en Madrid y Andalucía, y persistirán importantes desequilibrios en otras zonas, como municipios del litoral mediterráneo, con un elevado peso de la segunda residencia, como en Castellón, Murcia, Tarragona y Alicante. Según los cálculos de Oliver, el precio de la vivienda nueva en España debería bajar de media en torno a un 10% para recuperar los valores medios del periodo de 1998 a 2003, el ciclo previo al «boom» inmobiliario.