Los tipos de interés en la eurozona se mantendrán en el 4% durante el mes de agosto, pero volverán a subir en septiembre. Así lo dejó entrever ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, quien afirmó que la entidad mantendrá «una fuerte vigilancia para asegurar que no se materialicen los riesgos inflacionistas».
Trichet ha utilizado este año y el pasado estas palabras para indicar que la máxima institución monetaria europea iba a acometer un incremento del precio del dinero un mes después.
El banquero francés hizo estas declaraciones en una rueda de prensa sorpresa que se celebró tras la reunión por teleconferencia del Consejo de Gobierno del BCE, en la que se decidió mantener los tipos en el 4%.
Los analistas del banco JP Morgan dijeron que las palabras «fuerte vigilancia» anticipan una subida de las tasas de 0,25 puntos porcentuales, hasta el 4,25%, en septiembre.
Encarecimiento del petróleo
El presidente del BCE hizo hincapié en la comparecencia en que existen riesgos al alza para la estabilidad de precios a medio y largo plazo derivados del encarecimiento del petróleo, el potencial de subidas salariales mayores de lo previsto y la fuerte expansión monetaria en la zona euro.
Trichet reconoció las recientes turbulencias en los mercados financieros y calificó la actual volatilidad general en las bolsas y otros mercados internacionales de «periodo de nerviosismo». Además, destacó que la entidad monetaria «prestará atención a la evolución» de los mercados financieros.
El BCE considera que lo que ocurre actualmente en los mercados globales es «un proceso de nueva apreciación del riesgo» y se trata de un fenómeno de normalización en algunos mercados, en los que hasta ahora se habían infravalorado los riesgos.
En este sentido, Trichet señaló que es importante que «los participantes en los mercados, los inversores y las autoridades mantengan la calma».