El 81% de las viviendas en España son propiedad de sus ocupantes, un porcentaje que en la Unión Europea (UE) sólo superan Eslovenia (82%), Estonia (86%) y Hungría (92%). Se trata de una tasa muy alta en relación con la media europea (67%) y aún más significativa si se la compara con la de Alemania (43%) y Suecia (38%).
Los datos aparecen recogidos en un informe elaborado por el Ministerio de Vivienda para su presentación en la próxima cumbre informal de responsables europeos de este departamento, que se desarrollará en Barcelona los días 16 y 17 de este mes. De este documento se desprende que una de cada diez viviendas españolas es alquilada, frente al promedio comunitario (15%).
Junto al tradicional apego a la propiedad en España, los analistas señalan dos factores que hacen que la balanza se incline a favor de la compra. En primer lugar, el precio. Los arrendamientos son mucho más altos en comparación con el resto de Europa. Según el Instituto de la Juventud (Injuve), sólo un 7% de los menores de 35 años puede apostar por esta fórmula. Y la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) desvela que el alquiler de una casa resulta un 3,6% más caro que su compra.
Los atractivos beneficios fiscales para los compradores son otro de los factores decisivos. Así como la inseguridad jurídica de los propietarios frente a aquellos arrendatarios morosos o las ayudas para pagar el alquiler, que no han calado entre los jóvenes, que exigen que se otorguen sin fecha de caducidad.