Científicos del campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han desarrollado un nuevo material de construcción con residuos neumáticos de automóviles y camiones. El nuevo material contribuye al aislamiento acústico de los edificios y reduce las vibraciones en paredes, suelos y techos.
Los residuos neumáticos están compuestos de partículas de caucho, fibras metálicas y fibras textiles. Las partículas de caucho ya se utilizaban en campos de fútbol de césped artificial, parques infantiles y en mezclas de asfalto destinadas a reducir el ruido del tráfico. El nuevo material ofrece un valor añadido, ya que aprovecha también las fibras textiles de los neumáticos, un componente que no se aprovechaba hasta el momento porque se desconocían sus propiedades como absorbente acústico.
El proceso de elaboración de este nuevo material comienza tras la recogida de los neumáticos usados. En ese momento, las empresas colaboradoras trituran los desechos y separan las partículas de caucho y los distintos tipos de fibras. Las fibras metálicas se extraen mediante procesos de electroimantación y las textiles, a través de corrientes de aire.
Tras la separación de los componentes se inicia la elaboración por capas del material. El primer paso es la elaboración de un manto de elastómero, que está formado por partículas de caucho y proporciona la consistencia al material. Sobre ella, se dispone una capa de fibra textil y se vuelve a someter al material a un proceso de compactación.
Los investigadores consideran que este nuevo producto podría competir en el mercado con el resto de materiales de insonorización acústica, como el poliexpan o la fibra de vidrio. Ahora, los científicos trabajan en distintas configuraciones multicapa que permitan la optimización de las propiedades del producto y en la obtención de piezas comerciales de mayor tamaño.