Con el precio de la vivienda al alza y los sueldos estancados, comprar una casa es cada vez más complicado para las familias españolas. Y es que muchas de ellas no cuentan con los ahorros suficientes para pagar la entrada del piso más los gastos de escrituración, de ahí que haya crecido de manera notable la demanda de hipotecas al 100 %. Pero ¿los bancos están dispuestos a conceder estos productos? Y si lo hacen, ¿es conveniente contratarlos o es mejor financiar el habitual 80 % del valor del inmueble? A continuación vemos cómo se puede acceder a una hipoteca al 100 % de financiacion y los riegos que conlleva su contratación.
¿Cómo se puede conseguir una hipoteca al 100 % de financiación?
Aunque no las comercialicen abiertamente, hay ciertas entidades que sí dan una hipoteca al 100 %. Sin embargo, acceder a estos productos no está al alcance de todo el mundo, pues los bancos solo los otorgan si se dan unas circunstancias determinadas. Veamos en qué situaciones podemos conseguir prestado todo el dinero que nos cueste la casa:
- Si el valor de tasación es más alto que el de compraventa. Hay entidades que ofrecen financiar hasta el 80 % del valor de tasación de la vivienda. Por lo tanto, si este supera el precio del inmueble, el banco podría llegar a prestar todo el dinero necesario para financiar la adquisición completa.
- Si nuestro perfil es muy bueno. Por supuesto, si somos muy solventes (ingresos altos, ninguna deuda, etc.), tendremos más fuerza para negociar una mayor financiación, que podría llegar a alcanzar hasta el 100 % del coste del piso, si la entidad lo acepta.
- Si compramos la casa de un banco. Muchas entidades disponen de hipotecas al 100 % específicas para financiar la adquisición de sus viviendas. Estos productos tienen un plazo máximo más largo por defecto (de hasta 40 años) y, muchas veces, brindan la posibilidad de pedir una carencia durante los primeros años.
Si todos estos métodos fallan, aún existe otro modo de hacerse con una hipoteca que financie todo el coste de la casa: contratar los servicios de un bróker inmobiliario (un intermediario financiero). Este puede negociar por nosotros la concesión de un capital mayor, aunque por ello nos cobrará una comisión por intermediación que, por norma general, oscilará entre el 1 % y el 5 % del importe de la hipoteca.
Las hipotecas al 100 % tienen un mayor riesgo de impago
Poder conseguir hipotecas al 100 % no significa que contratar estos productos sea aconsejable. Hay que recordar que el importe de estos préstamos es más elevado, así que al firmarlos asumiremos una deuda más alta y, en consecuencia, habrá que pagar unas cuotas mayores o seleccionar un plazo más prolongado. En ambos casos, el riesgo de morosidad de la operación aumentará.
Para el banco tampoco es un buen negocio otorgar estos préstamos hipotecarios. Y es que, en caso de no poder hacer frente a la hipoteca, la entidad podría embargar una vivienda con un coste inferior a la deuda pendiente, lo que le haría perder una cantidad considerable de dinero. Esto fue, de hecho, uno de los problemas con los que se encontraron los bancos cuando estalló la crisis económica.
Además, debemos tener presente que las hipotecas al 100 % financian todo el precio de la casa, pero no el de los gastos de escrituración. Por lo tanto, deberemos disponer de unos ahorros que sumen entre el 10 % y el 15 % del valor del inmueble para hacer frente a esta partida, a no ser que el banco se ofrezca también a cubrir este coste. En este segundo caso, no necesitaríamos contar con fondos propios para comprar un piso, pero el precio del préstamo sería mayor (se devengarían intereses sobre un capital más alto).
Por todo lo expuesto, si disponemos de los ahorros necesarios para cubrir una buena parte del importe de la casa más los gastos de la escrituración, nos saldrá más a cuenta pedir el 80 % o menos del valor de la vivienda que nos interese. En cambio, si no contamos con esos fondos propios, tenemos que calcular siempre si podríamos hacer frente a las mensualidades sin problemas, así como asegurarnos de poseer el dinero suficiente para abonar los gastos de constitución y compraventa.