Cuando se piensa en adquirir una vivienda antes de nada se debe tener claro que lo más recomendable en estos casos es evitar la precipitación y comparar las diferentes ofertas. La compra de un piso es, posiblemente, la inversión más cuantiosa e importante de la vida y los precios pueden variar mucho de una oferta a otra.
Al calibrar las posibilidades económicas reales no sólo hay que ponderar el coste del inmueble como tal. Conviene que al realizar los cálculos se tengan en cuenta dos aspectos importantes. Uno es que para cubrir todos los gastos se necesitará además un importe adicional en torno a un 10% del precio del inmueble. La mayor parte de este dinero se destinará a impuestos derivados tanto a la operación de compraventa como del préstamo hipotecario.
En términos generales, los gastos e impuestos de la adquisición suponen entre el 7% y el 8%; la constitución de la hipoteca oscila entre el 1% y el 2%; y, finalmente, el resto corresponde al crédito hipotecario. Otro factor que hay que considerar al comprar una vivienda es que el crédito no lo puede cubrir todo ya que, según lo dispuesto en la Ley de Mercado Hipotecario, las entidades suelen limitar el importe del préstamo a un 80% del valor de tasación de la vivienda, aunque hay entidades que ofrecen hasta más del 100%.