Una vez contratado el préstamo que consideras más interesante para tu bolsillo, ten en cuenta la obligatoriedad de hacer constar la hipoteca en escritura pública con su correspondiente inscripción en el Registro de la Propiedad. A estos gastos por honorarios de notario y registrador tendrás que añadir los derivados de la tramitación de los documentos si decides encargar los mismos a un profesional, así como los impuestos a abonar.
Estos impuestos son los siguientes: IVA si es vivienda de primera mano; Impuesto de Transmisiones Patrimoniales si el inmueble es de segunda mano; y, finalmente, el Impuesto por Actos Jurídicos Documentados por el valor de la garantía hipotecaria. Los gastos totales por el pago de todos los conceptos citados ascenderán, aproximadamente, a un 10% del valor de la vivienda.
En el caso de que desees modificar tu préstamo hipotecario porque has encontrado una oferta mejor tienes dos posibilidades. La primera es la subrogacion. Esta se produce cuando se sustituye la entidad con la que se concertó el préstamo por otra que le ofrece mejores condiciones; La segunda opción consiste en la novacion. Esta figura se da cuando se renegocia el préstamo con la misma entidad acreedora para mejorar las condiciones del tipo de interés, y en su caso, del plazo.