Un sondeo realizado por GOP Oficina de Proyectos recoge que las promotoras inmobiliarias reconocen el retraso español en cuanto a edificación bioclimática frente a otros países, especialmente de la Unión Europea.
Si bien la gran mayoría de las promotoras españolas ha empezado a promover viviendas bioclimáticas, de sus respuestas se deduce que lo son parcialmente, al incluir sólo algún o algunos elementos propios de este tipo de edificación. En función de la facilidad de su implantación o menor coste, entre estos elementos que sí se utilizan destacan la iluminación natural, el aislamiento o la ventilación cruzada, frente a los más difíciles o caros que son los materiales bioclimáticos en fachadas o el techo solar.
Son pocos los consumidores que requieren este tipo de viviendas y la publicidad que se hace al respecto también es escasa, por lo que pasa desapercibida para la opinión pública en general, según explican los promotores para justificar este retraso. Además, añaden, la concienciación medioambiental en España no es tan mayoritaria como en otros países de la UE y tiene un menor recorrido histórico que en otras sociedades.
Asimismo, este tipo de construcción incrementa los costes y hace más complejo el proyecto y su desarrollo, lo que conlleva una disminución a corto plazo de los beneficios empresariales y un esfuerzo económico mayor para las promotoras. A pesar de ello, los promotores prevén que en diez años más de la mitad de las promociones reunirá todos o parte de los requisitos de una edificación bioclimática, a lo que contribuirá la propia legislación que obligará a ello progresivamente a través del Código Técnico de la Edificación.