Las reclamaciones presentadas por los consumidores en relación con la vivienda, tanto en compra como en alquiler, se elevaron el año pasado a 6.261, lo que supone un 7,8% más respecto a las 5.807 del ejercicio anterior, según el balance de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI).
La mayor parte de estas reclamaciones correspondieron al régimen de compra, con 4.481 quejas (+10,5%), frente a las 1.780 registradas sobre arrendamiento (+0,2%). El balance de FUCI revela también que la vivienda se sitúa, por quinto año consecutivo, como el sector más problemático, al recibir el 12% del total de las reclamaciones.
En cuanto a las consultas, se registraron 33.330 durante el pasado año, de las que un 69% se refirieron a la compraventa de viviendas y un 31% al arrendamiento. En este caso se ha producido un descenso del 20,6% con respecto a 2006.
Los fallos en los acabados de la vivienda, como grietas, filtraciones y goteras, acaparan la mayoría de las quejas. A continuación se sitúan los retrasos en la entrega de llaves; las cláusulas abusivas, como aquellas que obligan a subrogarse a la hipoteca del promotor o al pago de su cancelación; el cobro de cantidades indebidas; publicidad engañosa, e incumplimiento de la memoria de calidades.
En el régimen de alquiler, FUCI destaca las reclamaciones por «mobbing» inmobiliario. Esta práctica la sufren principalmente los inquilinos de renta antigua. Algunos propietarios acosan a estos inquilinos para que abandonen el piso a fin de disponer de él para alquilarlo o vendérselo a otra persona.