Un real decreto publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que entra en vigor hoy permite que los contribuyentes con rentas inferiores a 53.007,20 euros puedan deducirse en el IRPF hasta el 10% de las cantidades satisfechas por la rehabilitación de viviendas, hasta el 31 de diciembre de 2012. El máximo fijado por vivienda habitual es de 12.000 euros.
Esta deducción estará sujeta a obras que tengan por objeto la mejora energética, la sustitución de las instalaciones de electricidad, agua, gas u otros suministros o la mejora de la accesibilidad al edificio. Esta medida, que beneficiará al 95% de los contribuyentes siempre y cuando las obras no se abonen en efectivo, será asumida de forma íntegra por el Estado, con un coste de 1.400 millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Economía.
También se aplicará un IVA reducido para todo tipo de obras de mejora y rehabilitación de la vivienda realizadas hasta el 31 de diciembre de 2012 y se ampliará el concepto de rehabilitación estructural a efectos del impuesto. Ambas medidas forman parte del primer capítulo de los seis que contempla el real decreto, que pretende recuperar la actividad en el sector de la construcción.