Cuando llega el descanso vacacional para unos, comienza el trabajo para otros, en especial en zonas turísticas. Porque en estas fechas es cuando hacen acto de presencia los “cacos”. Aeropuertos, estaciones de ferrocarril, hoteles y restaurantes son los lugares donde más robos a turistas se cometen.
En zonas turísticas
Comienza el verano y millones de personas buscan un destino que les haga olvidar la rutina diaria. Es el descanso, las vacaciones. Pero, con ellas, salen a escena los “amigos de lo ajeno”. Su presa es todo individuo con cámara de fotos colgada del cuello, gafas de sol, pantalón corto y gorra o sombrero. Es el perfil típico del turista, que conviene evitar. Es imprescindible pasar desapercibido y no portar objetos llamativos para evitar convertirse en el centro de atención.
Los ladrones, saben cómo, dónde y cuándo actuar. Pero, a veces, su pericia y astucia se mezcla con las facilidades que le proporciona la víctima del hurto. Porque al salir de vacaciones es normal relajarse, despreocuparse y convertirse en blanco fácil para los delincuentes.
En los aeropuertos lo que más se roba son carteras y pasaportes para falsificarlos
El dinero, o todo aquello que se pueda materializar como tal, es el objetivo número uno y casi único del delincuente. Y ¿dónde está el dinero en verano?
- En la zona centro de las ciudades.
En las costas, donde se concentra un elevado número de turistas.
En aeropuertos. En las terminales el turista va cargado de bultos, con el billete en la mano, y espera ansioso en la cola de embarque, concentrado tan solo en el vuelo que tomará. Al estar pendiente de otras cosas, se es más vulnerable. Y en estas situaciones, el ladrón no falla. El robo de parte del equipaje es bastante frecuente, aunque lo que más se roba son carteras y pasaportes para luego falsificarlos.
En hoteles: los lugares de alojamiento son otra de las zonas más frecuentadas por ladrones. Bolsos, carteras y, en el peor de los casos, joyas, dinero y tarjetas de crédito son los objetos más demandados por los delincuentes y los más reclamados por sus víctimas. Sin embargo, son lugares más controlados y es más difícil actuar en ellos.
Evitar robos
Para evitar robos, desde la Dirección General de la Policía se aconseja no descuidar en ningún momento el bolso o cartera en lugares públicos. A menudo se depositan los objetos personales en lugares muy visibles (el mostrador de recepción, la mesa de un restaurante, el sofá de la sala de espera…), o se va de un lado para otro con ellos abiertos. Demasiadas facilidades…
Para disfrutar de un verano seguro, por tanto, conviene:
Antes de emprender el viaje
- No divulgar ni la marcha ni el destino de las vacaciones a los vecinos. Hablar solo con los allegados, y dejarles un teléfono de contacto o una dirección.
Facilitar una llave a un familiar o a un amigo de confianza para que realice visitas esporádicas a la vivienda y recoja la correspondencia.
Si se viaja en coche, no recoger a extraños en la carretera y no dejar objetos de valor (carteras, tarjetas de crédito, bolsos, joyas, etc.) en el interior del vehículo. Hay que llevarlos consigo o guardarlos en el maletero u otro lugar en el que no puedan ser vistos.
Si viaja en transporte público, conviene facturar el equipaje con el nombre. Hay que evitar viajar con cantidades importantes de dinero encima, y nunca se deben dejar las maletas a personas que no estén acreditadas como personal del servicio.
En el lugar de vacaciones
- Llevar encima pequeñas cantidades de dinero en efectivo y utilizar tarjetas de crédito, cheques de gasolina, etc.
No dejar objetos valiosos en el hotel o apartamento durante las vacaciones; es más rentable alquilar una caja fuerte, si el establecimiento no cuenta con ella.
- No hay que olvidar llevar siempre consigo los documentos de identificación personal y la tarjeta de la Seguridad Social.
En los lugares públicos
- No hay que descuidar en ningún momento el bolso o la cartera.
Mantenerse alerta en lugares donde confluyan muchas personas (mercadillos, espectáculos).
No dejar fuera del alcance de la vista cámaras fotográficas y de vídeo; son un suculento reclamo para los ladrones.
Procurar evitar ostentación de riqueza o pertenencias. Llevar lo estrictamente necesario a la playa o la piscina.
Hay que evitar participar en la calle en juegos de azar.
Conviene desconfiar de las ayudas sospechosas, como avisos de manchas, averías en el vehículo, etc. Podrían ser artimañas utilizadas por los delincuentes para el robo.