Trasteros, un valor refugio

Comprar un trastero, una inversión garantizada

Las cada vez más reducidas dimensiones de los pisos hacen necesario disponer de un habitáculo donde guardar ciertos muebles, ropa y enseres de uso ocasional, juguetes, material deportivo o, incluso, herramientas que no caben en la vivienda.

Ante este problema resulta eficaz contar con un cuarto trastero que sirva como desahogo. Este ayuda a maximizar el espacio que se tiene en casa, en una oficina o en un establecimiento y es la solución perfecta para las personas que no quieren desprenderse de algunos objetos personales. Además, se trata de una inversión garantizada, ya que solo se necesita un pequeño ahorro y, a menudo, no precisa financiación.

Dónde y cómo comprar un trastero

Cuando se trata de una inversión para uso propio, lo adecuado es adquirir un trastero cercano al domicilio. En cambio, si lo que se pretende es comprarlo para conseguir una rentabilidad con su alquiler, se debe escoger con minuciosidad el lugar donde se adquirirá. Hay que tener en cuenta que en los barrios nuevos de las grandes ciudades, con inmuebles de reciente construcción, las viviendas suelen contar con garajes y trasteros. Por el contrario, en algunas zonas céntricas de las ciudades, con apartamentos y pisos pequeños en edificios antiguos, la falta de espacio hace que aumente la demanda de cuartos trasteros y, por ello, los precios, tanto para la compra como para el alquiler, son más elevados.

Comprar un trastero es una inversión garantizada, pues solo se necesita un pequeño ahorro y apenas precisa financiación

La creciente demanda de estos espacios destinados al almacenamiento explica el auge que tienen en los últimos años las empresas de alquiler de trasteros y guardamuebles, como bluespace.es, seloguardo.com, tutrastero.com o cityselfstorage.es. Asimismo, la mayoría de los portales inmobiliarios de Internet ya han incluido en sus páginas web un apartado dedicado a los trasteros.

En 2011 se produjo un abaratamiento del precio de la vivienda del 6,8%, lo que ha dejado el precio medio del metro cuadrado en España en 1.701,8 euros, un importe que no se veía desde 2005, según confirman los datos publicados por el Ministerio de Fomento. Sin embargo, invertir en trasteros se ha convertido en una oportunidad de negocio con buenas perspectivas de futuro. Estas pequeñas inversiones pueden llegar a ser muy rentables porque con poco desembolso se puede obtener un rendimiento casi inmediato. Una vez que se alquilan, la rentabilidad no baja del 5%, sin contar con la posible revalorización del trastero a medio o largo plazo. De todas formas, lo más adecuado es dejarse asesorar por un experto que detalle los pros y los contras de este tipo de inversiones.

Antes de llevar a cabo una operación de compra, el interesado tiene que comprobar, a través del Registro de la Propiedad, que el trastero está libre de cargas y que no se encuentra vinculado a una vivienda, es decir, debe estar inscrito de forma separada. En el caso de que pesase una hipoteca sobre el cuarto trastero, los gastos de cancelación correrán a cargo del vendedor.

Ventajas e inconvenientes de invertir en un trastero

Algunas ventajas de los trasteros frente a las viviendas:

• Los precios son más asequibles.

• El acceso a la financiación es más sencillo, debido a que se invierte una cantidad de dinero menor que la necesaria para comprar una casa.

• Los costes derivados del mantenimiento de un trastero y los gastos imprevistos son menores. En una vivienda pueden surgir goteras, problemas con las tuberías, el gas, la electricidad, etc. En un trastero apenas se producen estos inconvenientes.

• Las rentabilidades son más atractivas.

A pesar de estas ventajas, la compra de un trastero también puede comportar una serie de inconvenientes:

• Según la Agencia Tributaria, si el trastero no se transmite junto con la vivienda, su compra tributa al tipo general del IVA, esto es, al 18%.

• No se trata de una inversión especulativa con la que se puede ganar mucho dinero en poco tiempo. Normalmente, es una inversión que ofrece rentabilidades a medio o largo plazo.

• Posee una baja liquidez. Es decir, si se necesita el dinero rápidamente, hacer «líquida» esta inversión puede llevar algo de tiempo, aunque suele ser menor del necesario para vender un inmueble.