1. Estudiar el mercado antes de tasar el piso
El precio de una vivienda depende de sus características intrínsecas, como la ubicación, la distribución y la calidad de los materiales. Pero existe otro factor que determina su valor en un momento dado: las condiciones del mercado.
Y ¿qué es eso exactamente? A grandes rasgos, implica entender si existe demanda en la zona para el tipo de propiedad que se quiere vender y si esta está en equilibrio o no con la oferta de viviendas, entre otras cosas.
Por ejemplo, se puede imaginar una casa amplia, luminosa, construida con materiales de excelente calidad, que se encuentra en un barrio donde la inseguridad va en aumento. Este contexto influirá sobre el precio, porque la demanda de compradores no será la misma que hace unos años, cuando la zona era segura. Y si no se revierte la situación, es probable que el piso cada vez valga menos.
2. Pedir más de una tasación
Hoy por hoy, se puede hacer una tasación online gratuita de la vivienda en segundos. Pero para determinar bien el precio del piso, no basta con una sola valoración: lo mejor es hacer tantas como sea posible.
Para ello, se pueden utilizar algunas herramientas de tasación online, recurrir a una agencia inmobiliaria para que haga una valoración presencial y consultar con un iBuyer, que son empresas que compran casas al contado.
Pero ¿por qué es necesario contar con tantos puntos de vista? La respuesta es simple: cada actor del mercado tiene sus propios intereses al llevar a cabo una tasación, sobre todo si esta es gratuita.
Algunas inmobiliarias, por ejemplo, sugieren precios altos para atraer la atención del vendedor y captarlo como cliente. Otras proponen precios más bien bajos para vender la vivienda rápido y sin complicaciones. Pero en ambos casos los intereses del propietario se ven perjudicados: el primero afecta al tiempo medio de venta y el segundo, a la rentabilidad. Por todo esto, lo mejor es que el vendedor participe de forma activa de la valoración de su casa haciendo varias tasaciones.
3. Conservar la objetividad
Una vez conocida la situación del mercado y con más de una tasación, el propietario tendrá una visión global del valor de su vivienda. Sin embargo, muchos piensan que esta vale mucho más de lo que los expertos dicen. Es normal: un propietario le asigna a su casa un valor emocional, relacionado, principalmente, con los momentos que ha vivido en ella. Pero es importante tener en cuenta que los compradores no ven ese valor añadido y, por tanto, no estarán dispuestos a pagar más por ello.
Por eso, el último consejo es conservar la objetividad e intentar dejar de lado el valor emocional de la vivienda. De esta manera, la casa se venderá más rápido y se evitarán disgustos innecesarios.