Tener la bicicleta a punto y engrasada, usar capa o impermeable y recurrir al casco y guantes son trucos imprescindibles para moverse en este medio de transporte cuando llueve. En este artículo se explican todos los trucos para ir en bici bajo la lluvia, cómo prepararse antes de salir y algunos consejos para circular, como evitar las caídas y los charcos peligrosos.
«Estás loco». «Eres un valiente». Estos son algunos de los comentarios habituales de compañeros o amigos cuando a uno le ven aparecer en bici un día de lluvia. Pero, en realidad, la bicicleta es la mejor manera de ir al trabajo o de llegar a una cita, si las distancias no son muy grandes ¡incluso en invierno! Cada vez más españoles piensan así y uno de cada diez la usa a diario, según el Barómetro de la Bicicleta de 2015. Este informe pone de manifiesto un significativo crecimiento en el empleo de este vehículo y también en la intensidad con la que se utiliza para desplazamientos cotidianos. ¿Se debe usar también si llueve? ¿Por qué no? Basta con prepararse bien y rodar con más precaución para disfrutar de las dos ruedas también los días pasados por agua.
Truco 1. Ropa impermeable ¡y unos buenos guantes!
Si se tiene la intención de coger la bici un día lluvioso, habrá que llevar un impermeable que resguarde lo más posible o una capa o poncho. Algunos están diseñados de forma específica para las bicicletas y son más largos por detrás para cubrir bien la espalda incluso cuando se inclina el cuerpo. Si se llevan de colores fuertes, mucho mejor porque así se podrá distinguir bien al conductor. También se venden pantalones de plástico que cubren los de calle, y es muy importante cubrirse la cabeza con casco y llevar guantes para resguardar las manos. Los zapatos, mejor de un material impermeable, pero con el que uno se encuentre cómodo para pedalear.
Pero además de taparse, hay que saber cómo vestirse por dentro. Lo conveniente es hacerlo con varias capas y no llevar bajo el poncho o la capa un abrigo muy grueso, pues tras unos minutos sobre la bici se entra con facilidad en calor.
Si se va al trabajo, no está de más llevar una muda seca para poder cambiarse al llegar, en el caso de mojarse en exceso; además de estar más presentable, evitará enfermar o resfriarse.
Truco 2. ¿En bici con lluvia? Hágase visible
Los días lluviosos son grises, oscuros… y si llueve mucho, disminuye la visibilidad. Por eso, más que ningún otro día, en estas circunstancias es imprescindible tener luces delanteras y traseras. Si se tiene la oportunidad de llevarlas también en el casco y usar un chaleco reflectante, mejor aún, pues cuanto más visible sea, más seguro se estará.
Truco 3. Planifique el recorrido
Hay que evitar circular por parques, caminos de tierra o zonas resbaladizas, así como por áreas en las que se sepa que hay mucho tráfico. Si se puede escoger la ruta, se debe elegir el camino más corto y recto. Y si la lluvia es muy persistente, siempre es posible combinar la bicicleta con el transporte público, pues hay opciones para ir en bici sin prescindir del metro.
Truco 4. Preste atención a las rayas de la calzada y frene con cuidado
La pintura de la calzada resbala mucho (los pasos de peatones, por ejemplo), sobre todo con las primeras gotas de lluvia. Por eso se debe circular por estas zonas con pintura con mucha precaución, así como por elementos metálicos, como las tapas de alcantarillado. Para patinar lo menos posible otro truco es rebajar la presión de la rueda, ya que con menos presión hay un área mayor de contacto y agarre con el suelo. ¡Pero tampoco hay que bajarla demasiado!
Si llueve mucho es importante frenar con mucho cuidado y mantener siempre la distancia de seguridad para evitar choques con otros vehículos.
Truco 5. Tenga la bici a punto
En una bici los guardabarros son importantes para evitar mancharse, más aún en días de lluvia. Algunas los traen de serie, pero si no, es un accesorio barato y los hay de materiales muy ligeros. En época de lluvia, además, es esencial tener en buen estado las cadenas, cambios y pedales: son elementos que sufren mucho con la humedad, por lo que conviene tenerlos bien engrasados. Y al llegar al destino, no hay que olvidar secar bien las llantas y las zapatas de freno de la bicicleta con un trapo.
Truco 6. Preste atención a otros vehículos en la ciudad
En las grandes ciudades la bici se utiliza cada vez más, sobre todo para ir al trabajo o a estudiar, según señala el Barómetro de la Bicicleta de 2015. En estas urbes el tráfico es intenso y a veces peligroso para los ciclistas. Y en los días de lluvia, lo es aún más, ya que los conductores tienen menos visibilidad.
Si se tiene que circular cerca de camiones, se debe tener en cuenta que la cabina de un camión es alta, por lo que no les permite ver las bicicletas. A veces, es más seguro permanecer detrás de un camión, si no se puede rebasar con seguridad.
Respecto a las motos y scooters, que no van al mismo ritmo que el resto de vehículos, son muy peligrosos para un ciclista. Más de una vez aparecen detrás de un coche sin haberlos visto y pueden causar accidentes. Por ello, se debe mirar muy bien hacia atrás y los lados antes de cambiar de carril.
Truco 7. Cuidado con los charcos y las manchas de aceite
Los charcos son incómodos.. ¡y pueden ser peligrosos! No se sabe su profundidad, ni qué puede haber debajo. De ahí que convenga pasarlos a velocidad muy baja o rodearlos con mucho cuidado, y siempre atentos a que no haya otros vehículos cerca que puedan dar un golpe al conductor al hacer esta maniobra.
Las manchas de aceite son también muy peligrosas y resbaladizas por lo que hay que tratar de evitarlas. Nunca se debe frenar en ellas pues es probable acabar en el suelo.
Si se desplaza habitualmente con la bicicleta, debe tener siempre presente las previsiones meteorológicas. ¡Mucho más en las épocas lluviosas del año! Conocer con antelación qué tiempo hará y en qué horas descargarán las nubes resulta muy útil para escoger la ropa adecuada. Y, por supuesto, también le ayudará a decidir en qué horas moverse para mojarse lo menos posible.