#LunesSinCarne. Es probable que quienes utilicen las redes sociales hayan visto esta etiqueta alguna vez. Quizá conozcan la iniciativa que hay detrás de la expresión o tal vez incluso la practiquen… O, por el contrario, igual piensen que es una moda pasajera más. O puede que ni siquiera se hayan fijado. Pues bien, el “Lunes Sin Carne” es una parte de la tendencia de alimentación “plant-based diet” (dieta basada en vegetales), que va tomando fuerza en los últimos años. Y si bien esta tendencia tiene una vertiente de moda, también es verdad que cuando se ahonda en ella se puede hacer una lectura mucho más interesante, como la que sigue.
¿De dónde sale el «Lunes Sin Carne»?
Parece algo de ahora, pero el origen de esta iniciativa se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando la campaña para reducir el consumo de carne se impulsó desde el Gobierno de Estados Unidos por temas económicos y de disponibilidad de alimentos.
No obstante, el movimiento que se conoce hoy tiene un enfoque por completo distinto. La iniciativa renació a finales de los 90, en Reino Unido, impulsada por el ex-Beatle Paul McCartney y su esposa Linda, ambos reconocidos activistas en temas de alimentación vegetariana.
En esta ocasión, los fundamentos de la campaña son diferentes. Aunque también intentan bajar el consumo de alimentos de origen animal, esta vez no es a causa de que haya que racionarlos por una situación de escasez, sino más bien lo contrario. Se pretende concienciar en términos de sostenibilidad y despilfarro de recursos, de ética contra el maltrato animal y también de salud.
Dejar de consumir determinados alimentos los lunes, una vez a la semana, parece algo asequible y que no supone un gran esfuerzo para el ciudadano medio. Se alienta, además, a compartir recetas e ideas ese día de la semana en las redes sociales. Muchas empresas, personajes famosos como el chef Jamie Oliver o la actriz Emma Thompson e, incluso, ciudades como Barcelona se suman a la iniciativa y la promueven haciendo énfasis en el ahorro de recursos que supone, el ahorro de agua y los beneficios para la salud que tiene aumentar la ingesta de verduras y legumbres.
¿En qué consiste?
La idea es muy sencilla: se trata de no consumir carnes ni pescados en ese día de la semana. La propuesta es priorizar las legumbres, los frutos secos, las verduras… y, si se hace demasiado duro, los huevos.
Por supuesto, si en vez de los lunes se hace los jueves, el resultado será el mismo. Simplemente a nivel de comunicación y difusión de la campaña, resulta más sencillo escoger un día de la semana concreto. Para muchas personas, resulta fácil si lo tienen instaurado en el comedor de su empresa o si se toma como costumbre en casa. Es habitual empezar por el «Lunes Sin Carne» y terminar haciendo el «lunes, miércoles y viernes sin carne».
Es, además, una excusa perfecta para probar recetas nuevas, salir de la pechuga a la plancha y el bocadillo de jamón, aumentar el consumo de legumbres y, a la vez, concienciarnos nosotros mismos y a nuestro entorno de qué tipo de alimento demandamos y qué consecuencias tiene para el mundo en el que vivimos.
Aunque fue una iniciativa anglosajona, a día de hoy el «Lunes Sin Carne» ha sufrido los efectos de la globalización y ha pasado a ser un movimiento presente en muchos países. Aun así, es frecuente leer o escuchar comentarios que lo tachan de «tontería», «pijada», «estupidez», etc. Cabe preguntarse: ¿por qué esa necesidad de atacar a un movimiento que promueve la sostenibilidad, la comida saludable, la solidaridad y el ahorro de recursos? Por inútil que nos parezca, no empeorará el sistema alimentario en el que habitamos, sino todo lo contrario. Bienvenidos sean los que usan un hashtag para hacer algo por un mundo mejor.