Varios factores hacen de la boca una parte del cuerpo muy sensible para las mujeres durante el embarazo. Los vómitos y reflujos gástricos, cambios en la composición de la saliva, modificaciones en la dieta y alteraciones hormonales aumentan el riesgo de padecer caries u otros problemas. Este artículo brinda detalles sobre la importancia de una visita al dentista previa a la concepción, por qué las mujeres sufren problemas odontológicos durante la gestación, cuáles son los más comunes y cómo se debe actuar ante la necesidad de radiografías en ese periodo.
La importancia de una visita al dentista previa al embarazo
De entre los numerosos cambios que experimenta el cuerpo de la mujer durante el embarazo, varios se producen en su boca. Sensación de sequedad bucal, cambios en la composición de la saliva, náuseas y vómitos y otras posibles condiciones clínicas hacen fundamental su cuidado por parte de las gestantes.
Los especialistas recomiendan acudir al dentista al menos una vez en esta etapa, si es posible durante el segundo semestre. Pero también es aconsejable visitar al dentista antes de quedarse en estado. Por dos motivos.
Por un lado, conviene que la mujer esté preparada lo mejor posible ante previsibles alteraciones en la boca. Si es necesario, se puede efectuar una limpieza dental profunda llamada tartrectomía. Consiste en la eliminación de cálculo dental o masa mineralizada adherida a los dientes, por medio de aparatos de ultrasonido y otros instrumentos especiales. También existe la posibilidad de realizar este proceso durante el primer trimestre del embarazo.
Por otro lado, si la mujer necesita algún tratamiento odontológico no contraindicado en la gestación, siempre es conveniente efectuarlos con anterioridad. Además, en esa consulta previa la mujer puede despejar todas las dudas que se tengan.
¿Por qué las embarazadas sufren problemas dentales?
«No hay datos convincentes que demuestren un incremento de la incidencia de caries durante el embarazo o en el periodo postparto inmediato». Así se afirma en la guía ‘Salud oral y embarazo‘, elaborada por Juan Carlos Llodra Calvo, experto de la Universidad de Granada, y publicada con el aval de la Organización Colegial de Dentistas de España y la Fundación Dental Española. Sin embargo, la antigua creencia de que «cada embarazo cuesta un diente» tiene una base real, que por cierto no es -como aseguraba el mito popular- por que el bebé tome el calcio de los dientes de su madre.
Según la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), cuando la salud de los dientes se ve afectada durante la gestación, los motivos son sobre todo tres:
- Descuido de la higiene oral, con la consiguiente acumulación de placa bacteriana.
- Cambio de horarios y de hábitos dietéticos. Esto se debe a que, a medida que el abdomen aumenta de tamaño, la sensación de saciedad al comer se produce antes. En consecuencia, se ingieren cantidades más pequeñas de comida, pero con mayor frecuencia, lo cual dificulta la higiene. La SEOP aconseja evitar dulces y alimentos de consistencia pegajosa, como chucherías, bollería industrial, refrescos o zumos envasados.
- Vómitos y reflujos del ácido del estómago. Entre el 75% y 80% de las mujeres durante el primer trimestre del embarazo padecen náuseas. Incluso algunas sufren la llamada hiperémesis gravídica, una forma severa de ese cuadro que las puede llevar a la deshidratación, pérdida de peso y otros trastornos. En cualquier caso, estos síntomas conducen a una erosión del esmalte de los dientes, lo cual los hace más susceptibles a las caries.
La consulta previa permite, entre otras cosas, realizar una limpieza bucal profunda para eliminar la placa bacteriana y tratar las posibles caries, incluso las más pequeñas, antes de comenzar la gestación. En consecuencia, es una forma de prevenir problemas durante el embarazo.
Problemas dentales más comunes durante el embarazo
Otra de las causas por las cuales se recomienda prestar especial atención a la higiene bucal en esta etapa, pero también desde antes de la concepción, es el hecho de que, hacia el final de la gestación y durante la lactancia, se registran cambios en la composición de la saliva que también «puede predisponer temporalmente -explican en la guía ‘Salud oral y embarazo’- a la erosión y a la caries dental«.
La condición clínica más frecuente durante esta etapa es la gingivitis del embarazo. Afecta al 60-75% de las mujeres entre el tercer y octavo mes del embarazo y desaparece después del parto. También este problema, caracterizado por las encías enrojezidas, inflamadas y sangrantes, incluye entre sus causas la acumulación de placa bacteriana, a la cual se suman los cambios vasculares y hormonales propios de este periodo.
El llamado «tumor de embarazo» es un problema benigno, también conocido como granuloma de embarazo. Son bultos que crecen en las encías y generan dolor. Se producen en encías que padecen gingivitis y, según el documento de Llodra Calvo, «está invariablemente asociado a una pobre higiene oral». Y, en algunos casos, el agravamiento de la gingivitis también ocasiona movilidad dentaria.
Las consultas con el dentista antes, durante y también después de la gestación ayudan a prevenir todos estos problemas.
Muchas veces surge la duda de qué hacer si los problemas dentales de la mujer durante la gestación hacen necesaria una radiografía. Pero los especialistas lo tienen claro: si bien se procuran evitar los rayos X, en caso de una urgencia odontológica que los requiera sí se deben utilizar.
En tal situación, los posibles riesgos derivados de una infección son mucho mayores que los de posibles daños para el bebé. Los técnicos radiólogos cubren el abdomen y el cuello de la mujer y, de ese modo, las posibilidades de que la radiación alcance al feto son muy bajas.