El puente de mayo es una gran oportunidad para escapar unos días de la rutina y descansar. ¿Dónde ir? Además de los destinos playeros más famosos o los viajes a las capitales europeas de renombre, hay experiencias y propuestas originales idóneos para estas fechas: realizar rutas para navegar y avistar cetáceos; visitar playas desconocidas; alojarse en cuevas o árboles; y hasta ir a Marruecos para surfear. En este artículo se muestran algunos de los planes más originales para este puente de mayo, con sus precios y los trucos más prácticos para organizarlos.
Según los datos más actuales del Instituto Nacional de Estadística (publicados en marzo de 2017), tras la crisis, los españoles han retomado el placer de viajar. Solo en el último trimestre de 2016 hicieron 37,9 millones de viajes. En pareja, con amigos o en familia, los viajes de ocio y recreo suponen el 39% del total realizado en ese periodo de 2016, un año de recuperación clara para el sector y que continúa en 2017, ya que la Semana Santa ha finalizado con una ocupación hotelera del 70% de media, llegando al 100% en los destinos más turísticos.
Para el próximo puente de mayo «se prevé también que el cartel de ‘lleno’ cuelgue de casi todos los establecimientos hoteleros», señala Cristina Franco, operadora turística. Y para aprovecharlo, nada mejor que escoger destinos baratos y hacer algo diferente, como las seis propuestas que se proponen en este artículo.
1. ¿Dormir en una cabaña en un árbol?
En Navarra, Galicia o Extremadura, entre otras regiones de España, es posible vivir por unos días entre árboles. En lugar de alojarse en una habitación de hotel, los huéspedes alquilan cabañas construidas en los árboles, verdaderas suites con todo tipo de comodidades. Además, en las fincas donde se enclavan, se organizan distintas actividades (pasear en canoa, hacer rutas a caballo, etc.) para que la estancia sea divertida además de inolvidable.
El precio medio de la cabaña para dos adultos es de 100 euros por noche. En algunos alojamientos permiten llevar a las mascotas por las que habrá de pagar un suplemento.
2. ¡Alojarse en una cueva!
En la reciente Semana Santa alcanzaron el lleno. Ocurrió en las cerca de 12.000 viviendas cueva de Andalucía destinadas al turismo rural. Acondicionadas como hoteles o en casas-cueva particulares -sus propietarios se anuncian en sitios como Airbnb-, en ambos casos se puede vivir una experiencia única.
Por unos 80 euros al día se puede pasar el puente en pleno Sacromonte granadino y con vistas a La Alhambra. Si vivir en una cueva es una experiencia, la visita a Granada la hará aún más especial. También es posible alojarse en cuevas en la sierra de Guadix o Baza-Huéscar donde, además de disfrutar de la naturaleza, se pueden visitar monumentos e interesantes restos arqueológicos.
3. De puente con los delfines
Avistar cetáceos es una experiencia única para niños y mayores. La costa española cuenta con numerosos lugares donde poder contemplar el avistamiento de delfines o de orcas, como Tarifa (Cádiz) o Murcia. Dos o tres horas de navegación por unos 30 euros permiten ver ballenas y delfines, pero siempre con respeto absoluto a los animales, minimizando cualquier molestia.
En el caso de los avistamientos en Mazarrón (Murcia), la embarcación que se emplea en el avistamiento de cetáceos es una goleta de madera de dos palos, de navegación lenta, para no perturbar la vida tranquila de los cachalotes y las ballenas, y no se permiten grupos que superen las 10 personas. En Cartagena hay cruceros para el puente de mayo, por 380 euros por persona, que, además de ofrecer el avistamiento de cetáceos, organizan pasar unos días en alta mar con actividades como el buceo.
4. Barranquismo
Sin salir de España, es posible vivir toda una aventura de cuatro horas descargando adrenalina y avanzando por el río entre desniveles, peñas, pasamanos, saltos a pozas, toboganes… Por 40-45 euros se puede descender por el río Arbillas en Gredos (Ávila) o adentrarse en las 12 cascadas del Liri (Benasque, Huesca), acompañado siempre por guías que en todo momento indican la técnica necesaria en cada tramo y velan por la seguridad de los excursionistas.
5. Viajar a las playas desconocidas de Albania
Ir a la playa en el puente de mayo es todo un clásico. ¡Pero hacerlo a una albanesa no es tan común! Los arenales albaneses, situados frente a la costa italiana, tienen una gran calidad y están en inmejorables condiciones.
Aunque aún no son muy conocidas, existen joyas como Vlora, el segundo puerto más grande del país, o Dhermi. A la primera se puede llegar en ferry desde Italia y, además de las playas, tiene monasterios y castillos cercanos para poder visitar. Más al sur, Dhermi es una playa de piedras, con aguas cristalinas, donde se puede disfrutar de la naturaleza en completa tranquilidad.
6. Surfear en Marruecos
Marruecos, con más de 3.500 kilómetros de costa y buen clima, es un lugar idóneo para practicar surf todo el año. Cada vez hay más empresas dedicadas a organizar viajes de surf al país vecino, como Tu viaje de surf o Morocco Surf Life.
Los viajes se hacen, sobre todo, a la ciudad de Taghazout, cerca de Agadir; Moulay Bousselham, un pequeño pueblo de pescadores; o Sidi Ifni, antigua colonia española. Estos lugares gozan de fama internacional entre los surfistas y hay planes para parejas, amigos o familias. Para alojarse, según gustos, se puede recurrir a los servicios de un hotel, un surfcamp o hacerlo en barcos fondeados en la costa.